El cociente entre producto y número de empleados es lo que conocemos como productividad. Su evolución, es la productividad marginal.
En el siguiente gráfico podemos observar la evolución de la productividad marginal de varios países en los últimos diez años. Si observamos la evolución de esta variable en España, mantuvo un crecimiento bajo (casi nulo) en promedio entre 1999 y el inicio de la Crisis. Muy por debajo del nivel de productividad del resto de los países considerados, especialmente UK, USA y hasta Alemania. Pero, tras el inicio de la Crisis la productividad marginal en España ha repuntado con fuerza superando a la evolución observada en estos países.
Ya sé que me van a responder que es un comportamiento casi simétrico, en términos relativos naturalmente, al observado por el desempleo. Al final, un ejemplo de la productividad “mala” que supone un mayor deterioro del empleo que del producto. Trabajadores a tiempo parcial, temporales, muy volcados en la construcción. ¿Sólo por este motivo? Es demasiado pronto para hablar de la productividad “buena” en términos de reformas e inversión. Más bien podría explicarse también por una recolocación de trabajadores en actividades de mayor productividad marginal. Es difícil de concretar.
Con todo, el Banco de España lo intenta en una reciente nota incluida en su último Boletín Mensual…
¿Sus conclusiones?
Contrariamente a lo ocurrido durante la expansión, entre 2007 y 2012 la economía española mostró tasas de crecimiento de la productividad del trabajo superiores a las de Estados Unidos y otros países europeos. Con las cautelas propias de este tipo de análisis, el que se ha presentado en este artículo apunta a que este comportamiento diferencial de la productividad laboral en España está asociado en buena parte a un efecto composición derivado de la reasignación laboral entre empresas y a un mejor comportamiento de la PTF durante la crisis en las empresas de mayor tamaño. Los resultados aquí descritos también son ilustrativos de la relación existente entre la PTF y algunos de los márgenes de ajuste con los que las empresas cuentan para adaptarse a condiciones económicas cambiantes. Con respecto a uno de los márgenes que ha recibido notable atención en las recientes reformas laborales, el de la negociación colectiva, se observa que las empresas con convenios a nivel de empresa tienden a mostrar un mejor desempeño de la PTF que las empresas con convenios de tipo sectorial.
Más allá de España, si revisan el gráfico anterior observarán como la productividad laboral de los países anglosajones que mejor lo han hecho durante la Crisis se ha estabilizado en niveles bajos o incluso ha sido negativa. Este es otro motivo de preocupación para sus autoridades, sinónimo de bajo crecimiento potencial y mayor incertidumbre a medio plazo. Baja inversión relativa, problemas demográficos, ajustes pendiente de la sobreinversión anterior….son muchas las posibles respuestas a este escenario de baja productividad marginal del trabajo. Incluso, cambios estructurales en la producción desde el sector manufacturero al de servicios de menor valor añadido. En muchos casos los mismos argumentos detrás del bajo crecimiento salarial y presiones contenidas de la inflación pese al fuerte aumento de la base monetaria. Veremos.