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Perspectivas económicas mundiales para 2014 de Natixis Global Asset Management

por CapitalBolsa Hace 10 años
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Cinco años después del comienzo de la crisis financiera, la economía mundial continuó su lento proceso de cura en 2013. En 2014, ¿tendrá el crecimiento real la oportunidad de afianzarse por fin?, ¿existen indicios de que el desempleo del mundo desarrollado pueda disminuir lo bastante como para dejar de ser un enorme lastre para las economías?, ¿podrán los bancos centrales normalizar las políticas monetarias o se mantendrá un año más la expansión cuantitativa?

Los expertos de dos de las gestoras de fondos afiliadas a Natixis Global Asset Management (NGAM) abordan estos temas y comparten sus opiniones sobre si el panorama económico será favorable para los inversores en 2014.

James Balfour, analista senior de estrategia macroeconómica de Loomis, Sayles & Company

James Balfour espera una moderada aceleración en 2014 del crecimiento económico mundial, desde el 2,7% hasta el 3,6%, concentrada en algunas de las economías avanzadas más grandes: "Somos especialmente optimistas en relación con la sostenibilidad del crecimiento en EE.UU., donde el impacto total del lastre de la política gubernamental sobre el crecimiento económico probablemente se desvanezca rápidamente a principios de 2014", dice Balfour. Este impulso al crecimiento, junto a la recuperación continuada de la vivienda, podría elevar potencialmente la tasa de crecimiento estadounidense hasta el 3% a medida que avanza el año. Balfour considera que el Reino Unido también podría disfrutar de una tasa de crecimiento similar en 2014. Sin embargo, según Balfour, la principal contribución a la aceleración del crecimiento mundial será la de Europa, que está saliendo de una recesión de 18 meses.

"La combinación de unos tipos de interés más bajos, especialmente en los países periféricos de Europa, con una disminución de las medidas de austeridad fiscal, como recortes de gastos y alzas de impuestos, está impulsando la recuperación europea", comenta Balfour.

¿Cuáles son las perspectivas de Loomis Sayles sobre la política de la Fed en 2014?

Balfour espera que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) responda a la creciente fortaleza económica de EE.UU. con la puesta en marcha de la reducción gradual de su programa de compra de activos en su reunión de marzo, aunque tal vez antes. "Mientras la economía se acelere hasta una tasa de crecimiento del PIB real cercana al 3%, como esperamos, no debería ser demasiado difícil poner fin a las compras de activos antes de que acabe 2014", asegura Balfour.

Balfour señala que la Fed ha trabajado mucho para separar las expectativas del mercado sobre el inicio de la retirada del estímulo de la fecha prevista de "despegue" de la subida de tipos. "Sospechamos que en gran medida esta vez tendrá éxito, lo que significa que los tipos subirán, pero no mucho más que otros 50 puntos básicos a partir de ahora. Consideramos que la Fed mantendrá el tipo de interés cerca de cero durante todo 2014 y la mayor parte de 2015. Desde luego, cabe esperar que la volatilidad de los tipos de interés crezca con el paso del tiempo, cuando la economía se fortalezca y el mercado intente poner a prueba la decisión de la Fed de mantener bajos los tipos. No obstante, esperamos que prevalezcan estos tipos bajos", aclara Balfour.

Si bien Balfour considera que muchos países se beneficiarán de la aceleración del crecimiento mundial el próximo año, los ciclos de política monetaria están en etapas muy distintas en todo el mundo. La subida de tipos de EE.UU. ha provocado subidas de tipos en todo el mundo, lo que ha presionado a la baja sobre el crecimiento mundial y la inflación, y afectado a algunos países más que a otros. "Entre las economías avanzadas, la eurozona es la que está demostrando más sensibilidad a la subida mundial de los tipos, y el riesgo de deflación está aumentando con la desaceleración de la inflación. Lo esencial para el Banco Central Europeo (BCE) es encontrar nuevas maneras de relajar la política monetaria en el año 2014", sostiene Balfour.

Según Balfour, fuera de cierta volatilidad, el Banco de Japón se mantuvo bastante aislado de la subida mundial de tipos al haberse comprometido ya a comprar activos hasta finales de 2014. Además, Japón ha comprometido 5 billones de dólares (50.000 millones de dólares americanos) de estímulos fiscales para compensar la subida del IVA, desde el 5% hasta el 8%, que está prevista para abril de 2014. "Esperamos más esfuerzos de relajación de la política monetaria japonesa cuando se acerque el final de 2014. Las compras de activos probablemente se prolonguen hasta que la inflación llegue al objetivo actual del 2%, pero si la subida del IVA frena la economía también podría producirse una ampliación directa de la expansión cuantitativa".

Parece que el Reino Unido seguirá el ritmo de EE.UU., pues el crecimiento ya ha girado al alza a finales de 2013 y el Banco de Inglaterra está preparado para subir tipos, junto a EE.UU., a finales de 2015. Algunas economías desarrolladas pequeñas, como Nueva Zelanda y Noruega, probablemente comiencen a subir los tipos a finales de 2014.

¿Cuáles serán los principales riesgos macroeconómicos en 2014?

Por primera vez en algún tiempo, Loomis Sayles considera que los riesgos macroeconómicos tienen un sesgo positivo gracias a los riesgos decrecientes en las economías desarrolladas y los riesgos crecientes en las economías emergentes. "Consideramos que las economías avanzadas experimentarán una lenta transición hacia un crecimiento moderado pero sincronizado en todas las economías desarrolladas, donde aumentará la confianza de los consumidores en el crecimiento futuro y las empresas responderán aumentando la contratación y la inversión", indica Balfour.

Además, a diferencia del pasado reciente, cuando la subida del precio de la energía mantenía bajas las tasas de crecimiento potencial, Balfour considera que las perspectivas favorables de precio de la energía generarán un impulso positivo hacia un periodo de crecimiento mundial más sostenible.

Dicho esto, Loomis Sayles realiza el seguimiento de una larga lista de riesgos macroeconómicos y muchos de ellos afectan a las economías avanzadas. Por ejemplo, un salto de los tipos en respuesta al inicio de la reducción de las compras de activos de la Fed podría acompañar a una reducción del apalancamiento en los mercados financieros. O podría producirse otro enfrentamiento en relación con el techo de deuda de EE.UU., una caída del consumo privado japonés a causa de la subida del IVA, o diversas manifestaciones de descontento social en los mercados emergentes por los malos resultados económicos de sus países.

En cuanto a las cuestiones más estructurales, Europa encabeza la lista, pero Balfour también considera que muchos mercados emergentes están en las últimas etapas de sus ciclos de crédito después de una escalada de la creación de la deuda y un debilitamiento de la rentabilidad. "China es uno de muchos en esta categoría, aunque es un caso especial en muchos sentidos, y está especialmente bien respaldado por sus planes muy agresivos de reforma económica", explica Balfour. El riesgo para China es que los intentos de restringir el crédito y los efectos negativos a corto plazo de las reformas económicas se unan y den lugar a otra sorpresa negativa del crecimiento. En el lado más positivo de los mercados emergentes, también existen países como Colombia y México, cuyas perspectivas de crecimiento son mucho mejores.

Philippe Waechter, Economista jefe Natixis Asset Management

Según Waechter, la actividad económica mundial debería ser más positiva en 2014 que en 2013, que también fue más positivo que 2012. No obstante, advierte que la economía mundial probablemente se mantenga débil. De hecho, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) rebajó en noviembre su previsión de crecimiento mundial para 2014 desde su anterior estimación del 4% hasta el 3,6%.

Una preocupación importante para Waechter es que las previsiones de crecimiento de EE.UU., China, Reino Unido y la eurozona, siguen por debajo de la tasa de crecimiento medio anterior a la crisis financiera. "Esto demuestra que el impulso mundial es débil y probablemente no se producirá una aceleración económica fuerte que pueda contribuir a arrancar la economía mundial", comenta Waechter. A su juicio, este bajo nivel de crecimiento mantendrá la debilidad de los mercados laborales en la mayoría de los países industrializados. Según Waechter, la tasa de desempleo de EE.UU., que actualmente está en el 7,3%, no va a mejorar mucho durante el próximo año. En la eurozona, donde se mantiene cerca del 12,2%, el objetivo simplemente será estabilizar la tasa de desempleo. "Colectivamente, no es muy ambicioso, pero con unas tasas de crecimiento bajas, no podemos esperar más".

En un tono más positivo, Waechter señala que el aumento de la producción de petróleo de EE.UU. significa que puede desarrollar más petróleo que el que importa. "Esto aún no equivale a la independencia energética, pero sí aumenta la autonomía", afirma.

También se están produciendo cambios económicos fundamentales en otras zonas del mundo. En China, por ejemplo, Waechter considera que el Partido Comunista en el poder está desarrollando un nuevo modelo de gobierno que pone fin a las ideas reformistas de las políticas de Deng Xiaoping de las décadas de 1970 y 1980. "Primero tiene que definirse un nuevo modelo que ayude a China a mejorar la asignación interna de los recursos y tal vez incluso a impulsar la convertibilidad del yuan".

En la eurozona, una tarea importante para 2014 será la implementación de unas reformas estructurales que mejoren la autonomía del crecimiento. "Esto será especialmente importante en Italia y Francia", revela Waechter. Tanto Francia como Italia, la segunda y tercera economías de la eurozona, respectivamente, sufrieron una contracción económica en el 2T 2013, cuando la tasa de crecimiento del PIB se redujo un 0,1% con respecto al trimestre anterior.

En última instancia, Waechter considera que el nuevo mundo que actualmente está en construcción cada vez estará más definido por la globalización —con un comercio intenso entre países, pero también con la voluntad de poder crecer de manera más autónoma. "Aún estamos creando este nuevo marco económico global. La transformación aún no ha finalizado, y por eso la situación es más complicada y la incertidumbre está siendo más persistente que en recesiones anteriores", dice Waechter.

En apoyo de este orden económico que se está desarrollando, es poco probable que los bancos centrales cambien sus políticas monetarias expansivas actuales. "Este entorno, unido a una tasa de inflación baja, significa que no debemos esperar una escalada de los tipos de interés a largo plazo", afirma Waechter. "En EE.UU., la Reserva Federal esperará a que el crecimiento sea más fuerte antes de poner en marcha cualquier plan de retirada del estímulo".


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