Rara vez hago recomendaciones financieras en estas páginas, no es mi labor, pero hoy creo que hay una excelente razón para hacer una de esas excepciones. Les pongo en antecedentes primero.
En mi antigua etapa como gestor patrimonial para un banco de inversión estadounidense, conocí a un colega de otra entidad que me llamó la atención desde el principio. En primer lugar por su aspecto. Nos presentaron en una reunión de gestores en Londres, y me extrañó que no fuera vestido acorde al lugar y al acontecimiento. De eso hace ya varias décadas, y en aquella época era muy raro ver en cualquier reunión de negocios a alguien que no fuera con traje y corbata. Este gestor llevaba unos pantalones y camisa de pana, con cierto aire rural tan poco usual en aquel ambiente.
Lo segundo que me llamó la atención fue su pausada forma de hablar. En este mundo es mucho más habitual encontrarte con personas de marcada personalidad y voz contundente. Su tono era sereno y tranquilo. Más parecía un maestro de Yoga, de lo que es experto como luego supe, que un trader financiero.
Y por último, lo que más me sorprendió fueron sus registros de operaciones, a los que tuve acceso después de comentar con uno de sus compañeros y amigo mío, la extrañeza que me había causado. ¡Su rentabilidad promedio anual en las dos últimas décadas superaba el 25%!
Desde aquel momento nos hicimos amigos, amistad que hemos ido fortaleciendo con el paso de los años.
Bien, pues este amigo, del que no mencionaré el nombre por supuesto, me envió recientemente el siguiente gráfico elaborado por Chris Konstantinos de RiverFront Investment Group.
En el gráfico se refleja la actual diferencia entre el múltiplo PER de la bolsa estadounidense, y el de la bolsa mundial ex EE.UU. Vemos que el diferencial se ha situado en un máximo histórico de 4 puntos (PER USA 18x – PER mundial 14x).
“Cuándo este diferencial se amplía de forma importante, como es ahora el caso, el arbitraje vendiendo bolsa USA y comprando bolsa mundial (índice MSCI All-Country World ExUS) siempre ha salido positivo. Hazlo”, me enviaba mi amigo.