Siempre he dicho que el cortoplacismo de los votos es la principal amenaza de cualquier democracia. Gobernar no es fácil, y legislar tampoco (a pesar de la increíble productividad del Sr. Rajoy, 64 Reales Decretos en tres años, y sin pasar por el Parlamento). Uno de los principios básicos de la democracia consiste en separar los asuntos de largo plazo, sobre los que debiera existir un adecuado consenso independientemente de la alternancia gubernamental, y los asuntos de corto plazo, sobre los que se pueden tomar decisiones en un ejercicio presupuestario anual.

Entre los asuntos de largo plazo estarían, entre otros, las grandes infraestructuras, el modelo autonómico, la fiscalidad del ahorro para los fondos de pensiones, y la sostenibilidad de la Seguridad Social. Porque del modelo de las renovables, mejor no hablar.

Pues bien, vamos a fijarnos en el problema de la sostenibilidad de las pensiones, que todos los partidos dan por garantizadas, en base al famoso Pacto de Toledo; pero que los que vemos como van evolucionando las cifras, no solo no nos lo creemos, sino que empezamos a estar aterrados.

Como es bien sabido, las personas que se están jubilando en estos últimos años, tienen como base las cotizaciones de los últimos quince a dieciocho años en los que han cotizado a la Seguridad Social (se va aumentado año a año hasta llegar a los 25 en 2022), entre las que están, como no, las de la “década prodigiosa”, cuando se produjo la “burbuja”. Esta situación hace que las pensiones por jubilación no paren de crecer en términos de media nacional (han pasado en siete años de 746 € mensuales a 964 €); es decir, no sólo de las nuevas que van entrando, sino de todas las que ya estaban consideradas, procedentes de épocas anteriores y salarios menores. Podemos verlo en el siguiente cuadro:

Por el contrario, los que se jubilan son sustituidos (algunas veces) por jóvenes mileuristas o “nimileuristas”, cuando no por “falsos autónomos”, cuya cotización a la Seguridad Social es la tercera parte de la de los que se jubilan. Ello ha provocado que en el período de crisis el ratio de cobertura haya pasado del 129,10% al 85,91%, y como puede verse en el cuadro anterior, incluso en 2014 (tercer año triunfal, a decir del Sr. Rajoy), ese ratio ha disminuido en punto y medio.

Tenemos, pues, tres efectos negativos simultáneos:

-          Incremento permanente del coste de las pensiones medias públicas.

-          Disminución permanente de los ingresos por cotizaciones, debido a la devaluación interna provocada conscientemente por la Sra. Merk…, digo, por el Gobierno.

-          Disminución del número de cotizantes por el elevado paro que hay en España, y a largo plazo por la disminución de la tasa de natalidad.

A ello, habrá que añadir otras dos circunstancias:

-          Será preciso pagar pensiones en el futuro a dos o tres millones de inmigrantes que vinieron a España en la época de bonanza y ahora han regresado a sus países. Estos compromisos de pago, hasta donde yo sé, están apuntados en “la barra de hielo”.

-          La mitad de los funcionarios públicos tienen más de cincuenta años, y se jubilarán en los próximos diez años. Además, el salario medio de los empleados del Sector Público supera en un 40% al homónimo del Sector Privado, por lo que en los próximos diez años, van a seguir pasando a la condición de pensionistas millones de personas con salarios altos, incrementando la pensión media del país.

No nos tiene que extrañar, por tanto, que el Gobierno haya tenido que sacara en 2014 15.300 millones de euros de la “hucha” de las pensiones, y más que tendrá que sacar en los siguientes.

La verdad es que si se permitiese realizar una auditoría externa independiente al sistema de pensiones de la Seguridad Social, nos llevaríamos más que una sorpresa, un susto, puesto que el resultado probablemente sería que habría que elevar en varios años la edad de jubilación, y habría que rebajar notoriamente el nivel de las pensiones futuras, para que el sistema fuese sostenible.

Y ahora viene la pregunta del millón: ¿Tenemos en España algún hombre (mujer) de Estado entre los políticos en activo, que se atreva a salir en la televisión pública y decirnos la verdad a los españoles sobre lo que está ocurriendo con el sistema de pensiones?