La corrección de las bolsas desde principios de diciembre de 2015, han venido acompañadas de fuertes revisiones del crecimiento esperado de los beneficios empresariales.
Desde enero, las revisiones a la baja de los beneficios empresariales europeos han sido recortados en más de un 5% para el Euro Stoxx y el S&P 500, y 10% para el Ibex 35. Este hecho ha encarecido las valoraciones de la renta variable casi al mismo ritmo que se ha abaratado los principales índices de bolsa con sus caídas.
El mercado espera que los beneficios empresariales crezcan en 2016: solo un 2% en el S&P 500, solo un 3% en el Euro Stoxx y casi un 8% en el caso del Ibex 35. Contrasta mucho con las expectativas de crecimiento de doble dígito en Europa hace tan solo 3 meses, pero los riesgos de la macroeconomía se han elevado sustancialmente y el mercado lo ha puesto en precio muy rápidamente.
Que el mercado haya bajado sus expectativas de crecimiento tiene implicaciones negativas y positivas. Que el mercado nos espere que los beneficios vayan a crecer este año, es evidente que no es buena señal, pero también significa que las empresas tendrán mayor capacidad para batir las bajas expectativas de los analistas.
En mi opinión, para que las bolsas corrijan mucho más, se deben dar las circunstancias para que los beneficios sean revisados más a la baja aún. En Europa no lo veo fácil atendiendo a que los beneficios ni en términos nominales, ni de beneficio por acción, ni en márgenes están cercanos a los máximos alcanzados en 2007. En EEUU sí que existe mayor riesgo, desde mi punto de vista, en tanto en cuanto, los beneficios y los índices están más de un 30% por encima de los alcanzados en 2007.