El petróleo (futuro) llegó a la zona de resistencia de 50 dólares y por el momento no puede con ella.
La tendencia bajista en el precio del petróleo tiene una serie de causas que no se pueden obviar: la desaceleración de la economía de China, la producción de hidrocarburos no convencionales por parte de Estados Unidos, el nuevo rol asumido por Arabia Saudí. Todo ello ha lleva a que exista un excedente de petróleo y el consiguiente hundimiento del precio llegando al 50%.
La última crisis del crudo se remonta al 2008 con el tema de Lehman Brothers cuando el barril de Brent (el de referencia en Europa) llegó a perder la cota de los 37 dólares.
En la década de los años 80, cuando el precio del petróleo llegó a desplomarse más de un 65%, tuvieron que pasar dos décadas antes de ver de nuevo los precios anteriores a la debacle. Una de las cuestiones clave es que la producción de crudo de esquisto sí podría ayudar a reducir el suministro y lograr que “cuadre” la oferta y la demanda antes de lo esperado.
En el escenario actual, un barril de crudo por debajo de los 50 dólares sólo es “sostenible” y no sin dificultades por los países del Golfo Pérsico donde el coste de producción no llega a los 10 dólares.
Es cierto que la caída del precio es positiva para aquellos países con dependencia energética, como es el caso de España, pero también un precio demasiado bajo conlleva una serie de consecuencias negativas: no se crea inflación y la caída de las materias primas junto a las divisas emergentes implica riesgo de deflación.
¿Y por qué hay que temer la deflación? consiste en la bajada de los precios durante al menos dos trimestres. A diferencia de la desinflación que es la desaceleración de los precios que siguen creciendo pero a un menor ritmo, la deflación implica tasas de variación negativas del IPC.
Una de las consecuencias de la deflación consiste en el retraso de cualquier decisión de compra, lo que reduce aún más los precios y provoca fuerte caída del consumo. De esta manera, la demanda se contrae lastrando a las empresas que no pueden producir porque no se consumen sus productos, originando despidos de trabajadores (se incrementa el paro) y cierres de compañías.
El futuro petróleo (NYMEX) mantiene la tendencia alcista desde el pasado mes de febrero que formó un suelo de mercado en los 26,05 dólares.
En el gráfico se puede apreciar cómo el precio sigue dentro del rango de su canal alcista y el hecho de romper por arriba la directriz bajista en marzo supuso un punto de inflexión importante, apoyado por pullback.
El pasado jueves el precio llegó a la zona de resistencia de los 50 dólares, al igual que este martes, en ambas ocasiones sin éxito.