Días atrás Bill Gross tweeteaba lo siguiente: “Markets beginning to resemble a casino. If so, investors may be gambling. Some games better than others. Short-term bonds best.” (Los mercados empiezan a parecerse a un casino. Si es así, los inversores pueden empezar apostar. Algunos juegos mejores que otros. Bonos a corto plazo los mejores"
Este tweet me recordó un artículo que publiqué hace tiempo y ante toda esta parafernalia de “QE si en USA”, “QE No en USA” y ahora un “Quizá QE en Europa o Tasas Negativas” se me ocurrió reflotarlo. Los mercados se han convertido en un casino global más parecidos a un circo plagado de “historietas inventadas en el corto plazo” que a un ámbito en donde debieran operarse “historias verídicas con fundamentos de largo plazo”.
Pero los mercados no funcionan así, porque si así fuese sería muy poco rentable para aquellos jugadores que viven de los reposicionamientos de otros. ¿Estamos entonces en presencia de historias verdaderas o de “historietas inventadas” que convenientemente se reciclan por ciertos jugadores que ganan con los reposicionamientos generados por la volatilidad que ellos mismos incitan?
La crisis exacerbó una costumbre histórica, la de “poner de moda historietas” con la intención de promover movimientos de precios que generen “pánico”, “euforia” y eventualmente reposicionamientos. La decadencia del G-3 dio lugar a la generación de historietas que antes le eran específicas exclusivamente a emergentes. El mismísimo término “emergentes” debería ser redefinido en el sentido que hoy todo el mundo lo es.
El G-3 se ha convertido en una fuente inagotable de historietas negativas y emparches que se venden como “historias positivas” y los mercados se reposicionan con un cortoplacismo vergonzoso, quizá la posibilidad de tasas negativas en la Eurozona e incluso un potencial QE en Euros tal como ayer miércoles el BCE sugirió, son la evidencia más reciente de un fenómeno que lleva ya seis años.
La crisis potenció a una industria que se encarga de “poner y sacar de moda” historietas con enormes consecuencias en los precios de activos. El trabajo de un asset-manager ya no es el de estar correcto en su visión de mediano plazo sino en acertar cuándo se agota la historieta de moda. Hoy el principal driver del mercado es el Tapering potencial de la Fed con cero fundamento detrás.
En “la industria de generación de historietas”, los formadores de consenso van poniendo y sacando rumores en forma secuencial y selectiva, toda noticia se tradea y recicla convenientemente de a una por vez: así como Grecia alguna vez fue una tragedia, los mercados encontraron la forma de posicionarse frente a un “milagro” griego y hacer ralear la curva de bonos como si aquí no pasase nada. Poco serio, pero es una de las formas en las que la crisis se evidencia: hay historietas para todos los gustos, todos terminan teniendo razón, lo indispensable es el “timing correcto” en un contexto de desequilibrio global.
¿Por qué hoy no se habla de Europa con pánico, porque está mejor? Obviamente que no, porque hablar de Europa hoy no genera shorts (¿todavía?) y por lo tanto se arman otras historietas compatibles con el optimismo actual hasta que a Europa le toque el turno de ser “convenientemente reciclada”. Detrás de esto sigue una manada que se posiciona en forma miope, contaminada de equilibrio parcial y sin fundamentos. El mundo no aprendió nada de esta crisis y eso es al menos, preocupante.