Miren este gráfico….es la evolución de los precios del Brent
Sí, un gráfico muy claro.
Pero, quizás nos falta observarlo bajo una perspectiva histórica de largo plazo.
Al final, tras la fuerte caída de los precios del crudo en los dos últimos años hay factores de oferta y de demanda. Pero, en mi opinión, pesan mucho más los primeros. Tanto el exceso de oferta como la falta de acuerdo de los principales exportadores (OPEP y Rusia) para congelar la producción. Además, hay factores estructurales que no podemos olvidar. Me refiero a la competencia de la energía no fósil…¿a qué nivel de precios es factible la sustitución de una por otra? Es difícil saberlo, pero lo que sí es más que probable es que el desarrollo tecnológico los presione a la baja.
¿Demanda? ¿inventarios? No son factores, en mi opinión, que ahora justifiquen una escalada en los precios. Aunque, también es cierto que la prima de riesgo de mercado es casi nula.
Necesitamos tiempo para que unos bajos precios del crudo ajusten el gap entre oferta y demanda.
Precios entre 40/50 $ de forma estable podrían ser beneficiosos en este sentido.
Pero, una mala noticia para los exportadores de crudo.
Vean ahora este gráfico.
Es evidente que los países exportadores de crudo deben asumir (“aprender a vivir” dice el FMI) con un precio del petróleo más barato. Por cierto, según lo que dije antes, no debemos confundir la expresión de “más barato” con “barato”.
¿Qué decisiones han tomado hasta el momento los países exportadores de crudo? Estamos hablando de dos años de descenso ininterrumpido de los precios.
De acuerdo con el FMI, la mayoría de los países optaron inicialmente por utilizar el ahorro acumulado en el pasado (¿no servían para esto algunos fondos soberanos?). Pero, a medida que asimilaban que el descenso de los precios no era tanto debido a factores cíclicos como en buena parte estructurales ajustaron gastos. Y los planes de presupuesto para 2016 van en la misma línea.
Con todo, aún hay margen para aplicar nuevos recortes de gasto e inversión…
Aunque la clave para muchos de estos países será buscar ingresos alternativos para complementar a la pérdida de los ingresos de venta de crudo.
Dentro de los países del Golfo se debate sobre la creación de un impuesto indirecto sobre ventas de consumo, equivalente a nuestro IVA.
Otros países parecen optar por nuevos ingresos, entre aumentar tasas o imposición directa. Especialmente a las empresas.
La depreciación de las monedas también ha ayudado a encontrar un respiro a través de la mejora en la competitividad vía precios. Pero, con economías apenas diversificadas la mejora de ingresos a través de este mecanismo ha sido limitada y poco sostenible.
Pero, ¿y qué ocurre con los países importadores de crudo?.
Muchos economistas valoran que la caída de precios es un juego de suma cero, donde la pérdida de ingresos de los países exportadores conlleva unos mayores ahorros (capacidad de compra) en los importadores. Es evidente que sí. Aunque, esta explicación se queda corta: la caída de los precios del crudo también conlleva una mayor inestabilidad en los mercados financieros internacionales y mayores incertidumbres en las perspectivas de crecimiento.
Como ven, todos acabamos perdiendo en mayor o menor medida a corto plazo. Pero, sin duda la estabilidad de precios en niveles actuales en un contexto de estabilidad financiera dejará un impacto económico positivo a medio plazo. Aunque es francamente complicado cuantificarlo.