Esta semana los mercados seguirán muy influenciados por el impacto de la votación de Reino Unido en favor de abandonar la UE. A esto, además, se le sumará el resultado electoral en España (elecciones domingo 26-junio) con una previsión, en función de las últimas encuestas conocidas, que complica mucho la gobernabilidad. Por tanto, esperamos que se inicie un nuevo periodo de negociación de pactos. De este modo, contamos con que el mercado mantenga un tono de volatilidad muy elevada.
En lo que respecta a las implicaciones del Brexit, hay que tener en cuenta que a partir de ahora se abre un largo periodo de negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, un periodo que podría durar un mínimo de dos años desde que el gobierno británico comunique al Consejo Europeo su decisión de abandonar la Unión Europea, pero que incluso podría ampliarse de mutuo acuerdo por las partes. Los efectos económicos finales del Brexit dependerán de cómo quede definido el nuevo marco de relaciones entre Reino Unido y Unión Europea. Son varias las opciones, desde un acuerdo similar al de Noruega (dentro del mercado único pero fuera de la Unión Europea), Suiza (varios acuerdos comerciales con ciertos privilegios), Turquía (acuerdo aduanero) o acceder al mercado único de la Unión Europea en base a las reglas de la OMC (Organización Mundial del Comercio), con aduanas y barreras tarifarias.
El impacto de esta situación en los mercados también dependerá de la reacción a nivel institucional y político, que debería servir de apoyo para moderar la incertidumbre. En este sentido, estaremos pendientes de la reunión del Eurogrupo el 28/29 junio (martes/miércoles) en la que esperamos que enfaticen el apoyo político al proyecto europeo. Hay que tener en cuenta que uno de los principales riesgos del Brexit es el contagio político a otros países de la Unión Europea, dadas las múltiples citas electorales en 2016-17 (España, Francia, Alemania, Polonia). Por el momento, varios han sido ya los países que han pedido referéndums al estilo británico.
Asimismo, estaremos atentos a los bancos centrales, que deberán proveer al mercado de la liquidez necesaria para evitar un impacto excesivamente negativo del periodo de incertidumbre abierto. En el contexto actual, tanto el Banco de Inglaterra como el BCE podrían intensificar su QE para suavizar las tensiones.
En lo que respecta a empresas españolas con intereses en Reino Unido (Santander, Sabadell, IAG, Ferrovial, Iberdrola, Telefónica...), tendrán un primer impacto negativo en sus cuentas por la depreciación de la libra. El impacto en el negocio de cada una a medio plazo vendrá determinado por el impacto final en la economía británica de su salida de la Unión Europea y cómo queden configuradas sus futuras relaciones con ésta. Por el momento, solo IAG ha advertido de un impacto negativo a corto plazo en sus cuentas.
De cara a la semana que viene, también tendremos referencia de interés a nivel macro, si bien consideramos que el Brexit (y elecciones en España) amortiguarán su impacto. Destacamos los PMIs de junio en China (viernes) que deberían mostrar estabilidad frente a los de mayo. En EEUU lo más destacado será el dato final del PIB 1T 16, con una leve revisión al alza prevista, y el ISM manufacturero de junio (viernes), sin apenas variación prevista. En Europa conoceremos el IPC de junio de Alemania, Francia y España y la estimación del IPC del mismo mes de la Eurozona.
Desde un punto de vista técnico, los niveles a vigilar son: Ibex 7.500/8.200 – 9.600/10.500, en el Eurostoxx 2.500/2.800-3.700/3.900 y S&P 1.700/1.800 – 2.080/2.150 puntos.