image

Flexibilización cuantitativa

por José Luis Martínez Campuzano Portavoz Asociación Española de Banca Hace 10 años
Valoración: image4.00
Tu Valoración:
* * * * *

El QE (a mi particularmente me gusta hablar de una política de cantidades...aunque Noyer hoy en Tokio ha hablado simplemente de "invento") tiene varios objetivos: estabilidad financiera, aumentar la profundidad de los mercados y generar unas condiciones financieras suficientemente laxas que facilitan la inversión (empresarial...¿en qué estaban pensando?). Pero, de forma indirecta (y de hecho tengo bastante claro que son objetivos adicionales) impulsa a los inversores financieros a asumir riesgos, empuja al alza el precio de los activos financieros y facilita la financiación del sector público. Cuando hablamos de una intervención continuada en los mercados que ha podido reducir artificialmente la inestabilidad pese a la elevada incertidumbre también debemos considerar la ruptura de las correlaciones entre activos. Hace unos días leía un informe de un competidor (seguro que él también lo hace de los nuestros) y ya no me sorprendía que esperara para este 2014 no nacido pero muy, muy largo que tenemos por delante que viéramos momentos donde la deuda y la bolsa subieran de forma conjunta. Otros donde una subiera y otra bajara. Y algo similar en el caso de las divisas, subiendo o bajando en función del momento aunque con una tendencia clara: el EUR seguirá fuerte.

Sí, los QEs que han puesto sobre la mesa los diferentes bancos centrales (el ECB lo está pensando según ha confirmado su vicepresidente) han desvirtuado el comportamiento de los mercados. En Europa, aunque no aplicados, ya hemos visto la efectividad de la amenaza que tuvo una variante como era (es) el OMT. Los especuladores previos se convirtieron en cuestión de poco tiempo en inversores responsables que propiciaban una mejora de las condiciones financieras. Y sin que el ECB interviniera de hecho. De esta forma, el apetito por el riesgo ha supuesto primas de riesgo más bajas en los mercados. Y una cierta recuperación de la liquidez, aunque siempre sesgada a los primarios. Pero, ¿cuál será la reacción el día después a retirarlos?.

Naturalmente, aquí hablamos del Taper en USA. Aunque sin ninguna prisa por parte de la Fed, sí es claro como las autoridades norteamericanas temer el efecto perturbador en los mercados y los inversores simplemente valorar la potencial pérdida de valor de sus activos. Por poner algunos ejemplos, desde retornar a las correlaciones históricas entre el momento del ciclo y el coste de crédito en el primer caso hasta tensiones en la deuda e inestabilidad en las bolsas. ¿Piensen lo que supondría un nuevo aumento en los costes de financiación? ¿caídas en las bolsas en términos de efecto riqueza? Y para las empresas, en ambos casos. Sin duda, la decisión de la Fed debe ser muy matizada. Y escuchándoles, parece evidente que lo saben lo que al final va a hacer descansar la decisión en el ritmo de crecimiento y en la firmeza del forward guidance. Pero, llegará.

Hace dos días uno de mis estrategas de tipos USA exponía cuáles eran las principales preocupaciones de los inversores en los próximos meses: 1. Taper; 2. China; 3. Crisis Euro; 4. Geopolítica; 5 terrorismo; 6. otras. ¿Qué supone esto último? Inestabilidad de los mercados, desaceleración económica mundial, tensiones sociales y/o políticas. Y otros más factores de riesgo que, de seguro, se nos pueden ocurrir si pensamos un poco. Pero el Taper encabeza la lista con un 35 % de las respuestas frente al 26 % del temor a la desaceleración económica en China o el 18 % que aún genera la Crisis del Euro. Entenderán de esta forma que cualquier planteamiento de inversión para los próximos meses parta de hipótesis lo más realistas posibles sobre el modelo que aplicará la Fed para reducir la compra mensual de deuda. Y qué tenga éxito en hacerlo.

Una cosa más: la política monetaria extrema llevada a cabo por los bancos centrales está generando cada vez más dudas no tanto sobre su eficacia a corto plazo como sobre los riesgos a que puede llevar a medio y largo plazo. De hecho, su retirada supone como decía la OCDE esta misma semana la posibilidad de generar importantes tensiones (virulentas es la expresión que utilizaba) en los mercados. Pero, su permanencia planteaba la formación de excesos (reconocidos oficialmente o no) con riesgo de que estallen como una burbuja que se lleve de nuevo buena parte de la mejora económica y financiera conseguida tras casi seis años de crisis. Este equilibrio entre riesgos nos deja un escenario de indefinición, positivo para los mercados financieros pero sin duda no tanto para la economía real. Y en este punto me refiero a la inversión productiva. El resto, incertidumbre política, viene como añadido.


Compartir en Facebook Compartir en Tweeter Compartir en Meneame Compartir en Google+