Economists have long studied the relationship between resource utilization and infl ation. Theory suggests that when fi rms use labor and capital very intensively, production costs tend to rise and fi rms have more scope to pass those cost increases along in the form of higher product prices. In contrast, when that level of intensity is relatively low—that is, when the economy is operating with slack—production costs tend to rise more slowly (or even fall) and fi rms have less scope for raising prices. Empirical evidence, however, has varied concerning the exact nature of the relationship between resource utilization and inflation. Fed de New York.
¿Qué es el economy slack? La infrautilización de los factores de producción, empleo y capital. De hecho, los bancos centrales han encontrado en el output-gap la mejor argumentación para mantener una política monetaria expansiva. Y es más: el forward guidance que la mayoría de los bancos centrales de los países desarrollados utilizan descansa precisamente en la duración de este Slack económico. Por cierto, hace unos días un consejero del ECB previó que el Slack se cerraría en 2017. ¿Tenemos ya una fecha para que comiencen a subir los tipos de interés? Cuatro años es un periodo demasiado largo para hacer hipótesis.
Pero, ¿cómo medir la infrautilización de la producción? No sólo no es fácil de valorar a simple vista. Además, el crecimiento potencial varía con el tiempo. En su último Informe mensual el ECB intenta estimar este slack a través de diferentes medidas. Desde medidas relacionadas con la inflación (IPC o salarios) o con el producto (desempleo, PIB potencial y encuestas como la capacidad utilizada en la industria). En su opinión, esto es imprescindible para valorar los riesgos sobre la inflación a medio plazo. Y la inflación sigue siendo el objetivo último del ECB, una inflación estable en niveles del 2 % a medio plazo.
Crecimiento potencial y desempleo estructural no se pueden observar, lo que obliga a estimarlos. En general, los dos gráficos anteriores muestran resultados que pueden ser bien diferentes según los indicadores considerados (-4/-5 %).
Si ahora consideramos la relación entre el slack de la economía y salarios e inflación, utilizando la curva de Philips (crecimiento y desempleo), podemos intentar valorar su comportamiento relativo con dos matizaciones: la existencia de rigideces en la economía y la propia credibilidad de la política monetaria. Además, también debemos considerar otros aspectos relevantes como la subida de impuestos y tasas o los precios externos. Por no hablar de la propia dinámica del mercado de trabajo, lo que se ha traducido en su fragmentación con los trabajadores de más bajos salarios como los más afectados por la Crisis.
Como vemos en el gráfico siguiente, la relación entre slack económico y los indicadores nominales se ha moderado en la Crisis aunque sigue siendo mayor en la inflación frente a salarios. Y también en términos de persistencia en el tiempo.
¿Qué hace falta? Más reformas estructurales, más flexibilidad. Aunque, lo cierto, es que la caída reciente de la inflación puede estar matizando estos resultados. ¿O no es así?