Un comentario recurrente en el sector ha sido siempre “este año no va a ser fácil”. Este año los temas eran riesgo de los emergentes, Brexit, elecciones en España, elecciones en Estados Unidos, Grecia…
Muchos consideran que el trabajo de un gestor es tratar de adivinar qué va a suceder en cada uno de estos eventos, de esa forma se podrá rentabilizar de una manera óptima los movimientos del mercado. Pero los hechos nos muestran otra realidad. Antes del referéndum británico, el grueso del mercado no consideraba que los ingleses fueran a votar en tal sentido, de ahí las caídas tan abultadas del mercado. Antes de que el mercado sufriese fuertes retrocesos por la ralentización en China y sus implicaciones en el resto de países emergentes, las preocupaciones del mercado estaban puestas en otros temas.
Debemos tener en cuenta que el resultado de dichos eventos está más cerca de la especulación que de la inversión. Hace unos días salía un artículo sobre un trader que había apostado a favor del Brexit y había ganado mucho dinero, este especulador se había basado en unas encuestas propias. Lo curioso es que en ese mismo artículo se les olvidó mencionar a todos los trader que habían perdido mucho dinero realizando el mismo sistema. En ambos casos, el resultado se debe más al azar que a la capacidad inversora. Aunque los cantos de sirena sobre los beneficios rápidos y sin esfuerzo siempre suelen ser más atractivos que aquellos que dependen del esfuerzo y la constancia.
Cuando estudiamos la vida de aquellas personas que han logrado grandes éxitos, vemos que las características principales que motivan estos éxitos se basan en el trabajo, la constancia y ver el mundo de una forma distinta al resto. Para el mundo de las inversiones, el grueso del público se preocupa por los resultados del corto plazo o del pasado, y lo que es realmente importante es tener la vista puesta en el futuro.
Muchos inversores, a la hora de seleccionar un fondo de inversión u otro activo, se centran en mirar comportamientos pasados, sin llegar a conocer qué es realmente lo que compran. Hay que tener en cuenta que a la hora de invertir en un activo, nosotros vamos a beneficiarnos por los beneficios futuros y no los pasados. Por ello tiene una importancia capital el conocimiento de largo plazo del activo y ver si concuerda con nuestro planteamiento de cara al futuro.
Es como si fuéramos a comprar un piso para irnos a vivir con nuestra familia de 5 miembros y comprásemos uno de 1 dormitorio en un barrio a 100 kilómetros de nuestro centro de trabajo y de los colegios de nuestros hijos, solo porque en los últimos años ha tenido una buena evolución en precios. Nadie en su sano juicio haría dicha inversión, no solo porque un aumento continuado de los precios pueda provocar una corrección de los mismos, la causa principal es que no cubre las necesidades que le pedimos a nuestro lugar de residencia.
Desde mi punto de vista, a la hora de elegir las inversiones, nos tenemos que centrar en aquellos activos cuyo futuro dependa en menor medida de los factores coyunturales y se centren más en seguir las megatendencias del mercado. Son con este tipo de activos los que nos permitirán dormir tranquilos y en los cuales tenemos que aprovechar los nerviosismos del mercado para tomar posiciones.
Celso Otero, Gestor de fondos Renta 4 USA, Renta 4 Asia y Renta 4 Japón de Renta 4 Gestora
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