El año 2015 fue un año donde sufrimos un comportamiento relativo claramente inferior al de nuestros homólogos europeos, mientras el Ibex 35 sufría un descenso del 7% las bolsas europeas tuvieron subidas próximas al 10%. La inestabilidad política pesó de manera significativa debido al auge de los populismos de izquierda y de los movimientos independentistas. Esta inestabilidad política generó el que la balanza de pagos del Banco de España en 2015 revelara un incremento superior al 140% en la salida de inversiones de nuestro país hasta alcanzar una cifra superior a los 41.400 millones de euros. La inversión siempre trata de ser prudente ante la incertidumbre y los inversores no desean arriesgar dinero en España si no se dan unas circunstancias apropiadas para que exista un mínimo de seguridad legislativa, regulatoria e impositiva.
El año 2015 también fue un año donde los mercados latinoamericanos sufrieron la inestabilidad de Brasil (su principal potencia económica) y pudimos ver descensos significativos en las divisas de la región. Nuestras principales empresas cotizadas, con importantes inversiones en la región también se vieron afectadas y sufrieron en sus cuentas de resultados dichos efectos que se sumaron a los de la inestabilidad política.
Tras un 2015 complicado, el presente año nos hemos visto afectados por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, lo que nos ha traído más inestabilidad y ha generado el que los principales valores de nuestro mercado con importantes intereses en Brasil y Gran Bretaña se hayan visto fuertemente castigados. Ante esta incertidumbre nos planteamos ahora si los precios a las que actualmente muchos de estos valores están cotizando son interesantes para realizar algunas inversiones a largo plazo.
Telefónica, Santander o Mapfre están descontando ya en sus cotizaciones una situación complicada en España, Gran Bretaña o Brasil, con incertidumbre política, económica y donde ya han sufrido una significativa depreciación de sus divisas. Pero ahora llega el momento de replantearse si la inestabilidad política en España ya está cerca de llegar a su fin o si es posible que la corrección de las divisas latinoamericanas ya haya sido descontada en su cotización o ver de que manera y cuando el posible Brexit de Gran Bretaña pueda afectar a sus cuentas. Podríamos estar asistiendo a una situación donde ya esté plenamente descontado el peor escenario y podamos estar ante una interesante oportunidad de compra ya que las probabilidades de que se produzca un empeoramiento en el escenario no son excesivas.
Si atendemos a las previsiones que ha establecido la dirección del Santander o Mapfre en su plan estratégico vemos que ambos esperan una recuperación en su negocio a largo plazo y que si atendemos a su P/VC vemos que cotizan a su valor históricamente más bajo (0,6/0,7 veces) sin existir riesgo de insolvencia, estarían abonando el dividendo líquido más alto que han abonado ( 6% sin script dividend) y que aunque nos situemos en un entorno donde no se produzca una recuperación significativa estarían cotizando a un ratio Per de los más reducidos que han cotizado históricamente (7/8 veces).
Telefónica podría tratarse de otro valor que ha descontado ya un escenario suficientemente negativo en su cotización. Pese a la incertidumbre política, a no materializarse la venta de O2 y a verse penalizado en su cotización por el mercado brasileño también podría verse reforzado ante alguna mejora en alguno de estos frentes, además cotiza a un precio que según su presidente Cesar Alierta es absolutamente irreal y no se corresponde con su auténtico valor, estaríamos pagando algo más de 8 veces beneficio y obteniendo un dividendo líquido que como mínimo se situaría cerca del 5%.
Ante tanta incertidumbre es difícil establecer cuando ésta llegará a su fin, pero pensamos que hay más posibilidades de encontrarnos ante una buena inversión a largo plazo en cuanto las incertidumbres desaparezcan, al fin y al cabo no hay mal que cien años dure.