En el Banco Santander hay una cuestión interesante que comentar que le conviene saber a los inversores que estén pensando comprar acciones de la entidad bancaria.
El Banco Santander obtuvo un beneficio en el primer semestre del ejercicio un 32% inferior al del mismo periodo del año anterior. Las causas podrían buscarse en varios aspectos, pero fundamentalmente se debe a la depreciación de las divisas de los países donde está la entidad bancaria, concretamente depreciación de esas divisas frente al euro.
Si tenemos en cuenta que el 57% de su beneficio viene de Europa (el 43% de América) y que el país que más le aporta es Reino Unido (con un 20%), podemos ver claramente que el Brexit no es una buena noticia para el grupo español, ya que implica una devaluación de la libra esterlina respecto al resto de monedas, incluida la divisa comunitaria, el euro.
Respecto al dividendo, distribuirá entre sus accionistas un dividendo de 0,21 euros, lo que implica un incremento del 5% con respecto al del año pasado (0,165 euros se abonará en metálico y 0,045 euros en el formato Dividendo Elección, que permite al accionista recibir efectivo o acciones).
Técnicamente hablando, hay una cuestión interesante que comentar. Observen primero el gráfico diario. La resistencia clave se encuentra en los 4,56 euros, formada el pasado mes de abril.
Pero es que si ahora nos vamos al gráfico semanal, trazando retrocesos Fibonacci desde el máximo relevante de septiembre del 2014 al mínimo relevante (por ahora) formado el pasado mes de junio, obtenemos tres zonas primarias. La primera se encuentra, como ven en el segundo gráfico, en 4,58 euros. Si ya de por sí una zona Fibonacci primaria suele tener una relevancia importante, si encima entra en juego el efecto sinergia (en este caso coincidiendo con la resistencia de 4,56 euros), hace que adquiera una importancia mayor aún si cabe.
Así pues, la clave es vigilar ese nivel y si el precio es capaz de romper los 4,56-4,58 euros con apoyo de volumen podría ser un síntoma de fortaleza alcista.