Un periodista de un importante medio me hacía ayer esta pregunta, y la verdad, dadas las circunstancias, y las grandes incertezas, da como para hacer una reflexión. Y como además algunos de ustedes me han hecho la misma pregunta, pues aprovecho y les enumero las circunstancias que pudieran explicar lo visto este verano.
- Ante todo, uno debe preguntarse si la “bonanza” en las bolsas europeas este verano se debe a razones de orden estrictamente europeo. Al fin y al cabo, bien pudiera ser que el mercado europeo se haya visto beneficiado (abducido) por el rally post-Brexit global. Que a su vez vendría motivado por el efecto “crowding-out” derivado de la acción de un banco central como el de Japón, que de forma muy poco sucinta ha expulsado literalmente a los inversores institucionales del mercado de deuda nipón, y se han visto obligados a lanzarse a comprar en masa activos financieros fuera de Japón. ¿Creen que esto es una ilusión? ¿Imaginaciones de un analista trasnochado? Sepan que las aseguradoras niponas han visto desplomarse un 9% su beneficio por, entre otras cosas, el bajo rendimiento del mercado de deuda nipón.
- A pesar de las nubes que se van formando sobre la economía del Reino Unido, la fotografía es diferente cuando hablamos del continente, con unos datos de PMI en Alemania escalando a su máximo de siete meses (55.3), y eso, a pesar de su exposición al comercio con UK.
- Precisamente, existe una extraña sensación de que las amenazas y los temores a un contagio político (por el Brexit) se habrían disipado algo. Quizá por el deterioro en UK, con los niveles de confianza y los precios de los inmuebles cayendo visiblemente.
- Aunque seguramente, gran parte de la explicación venga por el programa del BCE de compra de activos (bonos) corporativos, que ha provocado hasta la fecha una fuerte compresión en los spreads de crédito, y que estaría ahora cristalizando en el mercado de equity, que hasta ahora no había recogido los efectos positivos que sí se habían observado en el mercado de deuda. ¿Por qué antes no, y ahora sí? No lo sé. ¿Quizá los inversores de bolsa han estado demasiado preocupados por los problemas de solvencia de los bancos, o por un contagio político inducido tras el referéndum en UK? Toda vez se ha dado un paso en la cuestión de los rescates bancarios en Italia, y la rabia populista parece haber dejado de rugir (al menos durante el verano), es legítimo pensar que los inversores se estarían alineando ahora con la realidad (más favorable) del mercado de deuda corporativa.
Ahora la pregunta del millón. ¿Puede esto continuar? Por supuesto, no lo sé. Pero lo que sí sé lo siguiente:
- La volatilidad se ha desplomado a 11.4 (mínimo de 2 años), y debo advertirles que tales caídas en volatilidad han venido seguidas de fuertes ventas en los mercados de equity.
- Las amenazas políticas en Europa, aún y no haber generado grandes titulares durante este verano, no han desaparecido. La cuestión migratoria, que tantas tensiones y populismos ha alimentado, no se ha solucionado. Es más, con una Turquía alejada de la UE, y más próxima ahora a Rusia, parece que el acuerdo por el “control de los flujos migratorios” entre la UE y Turquía puede saltar por los aires. De la misma manera, asoma por el horizonte la cuestión del referéndum en Italia, que podría desembocar (recordémoslo) en la caída del gobierno de Renzi y el ascenso de una administración euroescéptica. No hace falta que les recuerde que esto supondría una segunda bofetada para la UE, la Euro área, el euro, y por supuesto, los mercados.