Nos vamos acercando al momento en que la Fed subirá tipos de interés, aún quedan varios meses mínimo, pero conviene poner las cosas en perspectiva con antelación suficiente para que luego no haya sorpresas inesperadas.
Una de las herramientas que los inversores utilizan para conocer las expectativas de subidas de tipos de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos es mediante las operaciones diarias de los contratos de futuros sobre la tasa de fondos federales. A partir de estos datos se calcula diariamente las probabilidades implícitas sobre escenarios porcentuales de posibles cambios que van desde el 0,25% hasta 1% para cada reunión concreta.
Atendiendo a las operaciones diarias de estos contratos, se observa que hay poca confianza en que sea en el 2016, dando más posibilidades a los meses de enero, septiembre, julio y junio.
Y es que los Bancos Centrales están llevando a cabo una intensa actividad prácticamente sin precedentes. Por ejemplo, el Banco de Japón tiene claro que un yen fuerte golpea a la economía nipona y presiona al Gobierno para que intervenga en el mercado de divisas. El Banco Popular de China ha permitido que el yuan se debilite con el firme propósito de impulsar sus exportaciones tras ver que sus estímulos empiezan a flojear.
El caso es que el momento en que la Fed suba tipos de interés se acerca. No creo que vaya a ser en la reunión de septiembre, como muy pronto sería en la de diciembre, aunque los primeros meses del 2017 también serían una opción válida.
Este hecho implicaría que el dólar norteamericano se fortalecería frente al resto de divisas, y las reacciones no se hacen esperar. Ya les comenté en otro artículo las más significativas:
– El Banco Popular de China advirtió de que una subida de los tipos de interés de Estados Unidos debilitaría las divisas de las economías emergentes y provocaría una fuga de capitales.
– El Banco de Pagos Internacionales (BPI) que representa a 60 bancos centrales y busca promover la estabilidad financiera internacional, también se pronunció aduciendo que un dólar fuerte supone una nueva amenaza para la estabilidad económica mundial, ya que sobrecarga el sistema bancario y los mercados financieros.
En realidad no les falta razón, pues cuando el dólar se depreciaba frente a las monedas nacionales de los prestatarios, les resultaba relativamente sencillo amortizar sus deudas, en cambio con la fortaleza del dólar sucede lo contrario y desincentiva el crédito en dólares, hecho que reduce los flujos de capital del dólar a otras divisas. Así pues, un billete verde más fuerte haría más difícil para algunos países el pago de los servicios de la deuda denominada en la divisa estadounidense. En el otro lado, un dólar más débil hace más fácil a los mercados emergentes pagar los intereses de su deuda y también impulsar los precios de materias primas como el crudo y los metales.
Les venía comentando que si el dólar seguía actuando como activo refugio por el Brexit, podría presionar a China a devaluar el yuan, lo cual desaceleraría aún más su crecimiento. Y es que una fuerte devaluación del yuan agravaría la carga de deuda de las empresas chinas que pidieron prestado en dólares, incrementándose más las probabilidades de una desaceleración del gigante asiático. El cálculo oficial es que cada descenso de 1% en el yuan le cuesta a las compañías chinas unos 8.000 millones de dólares.
El euro frente al dólar es un mercado tranquilo desde hace meses, con dos divisas debilitadas y frenadas por sus respectivos Bancos Centrales, y mientras no muevan ficha poco más se moverá
La resistencia se mantiene vigente en la zona de 1,1526-1,1576, un doble pivote que seguramente el día que llegue el precio no pueda romper y permita aprovechar un rebote a la baja. Doble pivote que significa que son dos niveles, en este caso dos resistencias, que están relativamente cerca uno del otro.
La idea es la siguiente: hasta que la Fed no suba las tasas eur/usd seguirá tranquilito y sin grandes sobresaltos. Cuando lo haga asistiremos a caídas. A medida que nos vayamos acercando al momento decisivo les comentaré cuáles son los objetivos o proyecciones que tendría la caída.