Como una imagen vale más que mil palabras, quisiera que observen la evolución del S&P 500 durante este año comparada con el pronóstico del Ciclo Metónico. El S&P 500 ha seguido con bastante fidelidad las oscilaciones de esta herramienta cíclica, reaccionando a cada uno de los giros diseminados a lo largo del año (y conocidos todos ellos desde el 1 de enero).
El ciclo Metónico es un excelente instrumento para conocer de antemano cuándo es probable que el S&P 500 cambie la dirección de su tendencia más reciente. Si nuestro sistema de especulación genera una señal cerca de uno de las fechas proporcionadas por el ciclo Metónico, la fiabilidad de la señal aumentará de forma significativa.
Los giros augurados hasta final de año no figuran en el gráfico, pero podemos dar por seguro que serán tan eficaces como los que sí aparecen.