El Banco Santander ha vuelto a insistir en que tienen previsto incrementar el dividendo y el beneficio por acción en los próximos tres años, pese al escenario complejo que atraviesa en estos momentos la banca europea. Concretamente quieren que el beneficio por acción llegue al menos al 10% y repartir un pay out en efectivo entorno al 30%-40%.

El Banco Santander obtuvo un beneficio en el primer semestre del ejercicio un 32% inferior al del mismo periodo del año anterior. Una de las causas radica en la depreciación de las divisas de los países donde está la entidad bancaria, concretamente depreciación de esas divisas frente al euro.

Si tenemos en cuenta que el 57% de su beneficio viene de Europa y que el país que más le aporta es Reino Unido (con un 20%), podemos ver claramente que el Brexit no es una buena noticia para el banco español, ya que implica una devaluación de la libra esterlina respecto al resto de monedas, incluida la divisa comunitaria, el euro.

La cuestión es que la situación de los bancos europeos no es la más idónea. Por un lado porque los bajos tipos de interés del Banco Central Europeo y los tipos de depósitos negativos no favorecen precisamente a los bancos. Por otro lado tenemos los casos de Alemania, Italia y Portugal.

A) Alemania

Deutsche Bank: ha perdido casi un 90% desde que en el 2007 sus títulos marcaran récord en los 102,66 euros. Desde entonces, el valor de la compañía en el mercado se ha reducido de 59.000 millones a 45.000 millones de euros. La cotización de las acciones marcaron mínimos históricos. Merkel no quiere ni oír hablar de rescatar a su banco ni darle ayudas estatales, al menos antes de las elecciones de septiembre del 2017.

Commerzbank: ha anunciado que recortará 9.600 puestos de trabajo hasta el año 2020. También ha decidido suspender el reparto de dividendos a sus accionistas. Cae en Bolsa un 37% anual.

B) Italia

Banca Monte dei Paschi di Siena: el banco más antiguo del mundo, la única entidad que suspendió los últimos test de estrés europeos, también marcó mínimos históricos y podría solicitar un rescate al Gobierno italiano ante los continuos rumores que apuntan a que la entidad no podrá cubrir su ampliación de capital. La cuestión radica en que la entidad pretende llevar a cabo una ampliación de capital de 5.000 millones de euros, pero el valor actual del banco está muy por debajo, hecho que haría que los inversores no acudiesen a la ampliación. Además, el hecho de que se esté aplazando todo el tema se debe a la promesa del primer ministro Mario Renzi de no permitir que los bonistas tengan que asumir parte del coste del rescate.

Unicredit: el banco venderá activos por valor de 10.000 millones y deberá ampliar capital entre 5.000 y 6.000 millones para hacer frente al agujero de solvencia de 8.000 millones de euros.

C) Portugal

El Gobierno se las ve y se las desea para vender el banco bueno de Banco Espirito Santo, Novo Banco, y ya van dos intentos que resultaron fallidos. Y es que el sector bancario recibió un apoyo por importe de 22.600 millones de euros y aún así los problemas siguen vigentes.

Si observamos el gráfico semanal, trazando retrocesos Fibonacci desde el máximo relevante de septiembre del 2014 al mínimo relevante (por ahora) formado el pasado mes de junio, obtenemos tres zonas primarias. La primera se encuentra en 4,58 euros. Si ya de por sí una zona Fibonacci primaria suele tener una relevancia importante, si encima entra en juego el efecto sinergia (en este caso coincidiendo con la resistencia de 4,56 euros), hace que adquiera una importancia mayor aún si cabe.

Si ahora pasamos al gráfico diario para afinar, podemos ver cómo la resistencia se encuentra en los 4,56 euros, formada el pasado mes abril.

Así pues, la clave es vigilar ese nivel y si el precio es capaz de romper los 4,56-4,58 euros con apoyo de volumen podría ser un síntoma de fortaleza alcista. Mientras no sea capaz, la debilidad de los títulos del Banco Santander seguirá vigente.

Por abajo presenta un nivel de soporte en los 3,10-3,12 euros.