A corto plazo se entra un mes que estadísticamente suele empezar muy mal, con cracs incluidos, y suele acabar bien. A medio plazo se entra en un trimestre muy bueno, el último del año, al que sigue otro trimestre muy bueno, el primero del año.
Empieza octubre, un mes que habitualmente suele empezar mal y acabar bien, aunque este año, las elecciones presidenciales en USA podrían alargar las dudas hasta su celebración, el martes 8 de noviembre. También empieza un trimestre, el último del año, que estadísticamente es el mejor de todos, seguido por el primer trimestre del año. En este entorno, las Bolsas han entrado en un periodo confuso, todavía sustentadas por las políticas monetarias de los bancos centrales, aunque se empiezan a descontar que esto se acaba, con la Fed subiendo tipos y el BCE pensando en reducir progresivamente su QE. El martes, la filtración de que el BCE se estaba planteando la retirada paulatina de estímulos (tapering), golpeo a los mercados, y aunque posteriormente fue desmentido por el propio BCE, añadió nuevas dudas a las Bolsas. Esta situación, está provocando un retroceso de los compradores. Las manos fuertes se mantienen prácticamente inactivas y las recompras de acciones propias, uno de los grandes impulsores de las subidas de las Bolsas ha caído a mínimos de 2013 en Wall Street. La semana se cerrará, este viernes, con los datos de empleo trimestral en USA, un dato que suele mover mercado.
El Ibex 35 presiona la directriz bajista y parece probable que la supere definitivamente, aunque siga lateral sin alejarse de la media móvil de las últimas 70 sesiones como soporte. Desde principios de año se mueve dentro del lateral de los 8.500-9.000 puntos.