Las acciones, comparadas con los bonos gubernamentales, parecen una ganga
El mercado de valores e inmobiliario presentan el mejor ratio riesgo-beneficio en momentos de crisis mundial
Una ligera subida de tipos no hará descarrillar al sector corporativo
El beneficio por acción (BPA) de las compañías se incrementará un 35% en el próximo año
Apostamos fuertemente a las aseguradoras europeas como Aegon o Generali
Estamos largos en Telefónica y mantenemos nuestras posiciones alcistas en Facebook, Amazon y Twitter
El mercado alcista en el que estamos inmersos, es prácticamente un parásito: no podemos deshacernos de él. No importa que evento de riesgo tengamos en frente (Brexit, la ralentización de China, tipos de interés negativos, crisis bancaria en Europa, crisis de los mercados emergentes, caída del precio del crudo, conflictos geopolíticos...), el mercado alcista siempre parece conseguir tocar nuevos máximos históricos.
Con las elecciones de Estados Unidos a la vuelta de la esquina y una posible subida de los tipos por parte de la Reserva Federal, el mercado de acciones a nivel global se está adentrando en un nuevo campo de batalla desconocido. ¿Podrá sobrevivir de nuevo el tono alcista?.
Todo es relativo. Dado el prolongado mercado alcista que existe actualmente en las acciones y las valoraciones indudablemente altas (el índice mundial MSCI está valuado 22,6 veces los resultados móviles), las políticas monetarias acomodaticias sin precedentes parecen haber hundido las relaciones históricas en los mercados financieros.
Lo que podría parecer una valoración alta del mercado, no es nada si se compara con la enorme burbuja presente en el mercado de bonos gubernamental, con el rendimiento de los bonos a 10 años del G7 situándose en 53 puntos básicos. Desde este punto de vista, el mercado de acciones global, que está teniendo un rendimiento del 2,6%, parecen ser una ganga.
Nuestros modelos de distribución de activos siguen largos en la mayoría de los mercados de acciones y, en nuestra opinión, junto con el mercado inmobiliario, parecen ser los que ofrecen el mejor ratio riesgo-beneficio en momentos de crisis mundial. Sin lugar a dudas, el mayor riesgo lo encontramos en los mercados de bonos.
Seguimos subiendo
La burbuja en el mercado de bonos gubernamental fomentada por las medidas de los bancos centrales no se ha producido de forma aislada. A medida que los gobiernos han incrementado su apalancamiento para compensar la débil demanda del sector privado, los sectores corporativos y de hogares se han adentrado en un proceso de desapalancamiento de varios años que, aunque ha terminado en EE.UU., continúa en Europa.
A día de hoy, los ratios de apalancamiento entre compañías son más bajos que en el período entre 1995 y 2011, donde se alcanzó la cima del apalancamiento corporativo.
La probabilidad de una subida de tipos por parte de la Reserva Federal en diciembre se sitúa en el 59%. A pesar de que la Fed quiere más pruebas antes de aumentar las tasas, el mundo ya está preparado. La inflación de EE.UU. es superior al 2% (excepto cuando se mide según el PCE) y con prácticamente pleno empleo.
Al mismo tiempo, la tasa de paro de Europa sigue bajando y las compañías son las menos apalancadas en dos décadas. Por tanto, creemos que una pequeña subida de los tipos no descarrilará al sector corporativo.
El valor del voto
El 8 de noviembre de 2016 podría convertirse en un momento decisivo en la política de EE.UU. si Donald Trump consigue hacerse con la presidencia del país, estableciendo un nuevo curso para el Partido Republicano y cambiando el status quo. En un principio, el mercado de acciones podría mostrar cierto miedo, pero después podría volver a rugir de nuevo si Trump libera el programa de estímulo fiscal para hacer que el crecimiento económico arranque.
Si por el contrario fuera Hillary Clinton quien se hiciera con el poder, tendremos más de lo mismo y los mercados de valores se alegrarán, no necesariamente porque sea mejor a largo plazo: si no porque sencillamente a los mercados de valores les gusta cuando no hay mucho riesgo.
Las elecciones estadounidenses, sin importar cuál sea el resultado, conducirán a una nueva agenda con un mayor impulso del lado fiscal, algo que se necesita desesperadamente, ya que el mundo está luchando contra el bajo crecimiento de la productividad y una demanda débil.
No hay pruebas concluyentes en la historia de que los mercados de valores se comportan de forma distinta en función de quién gana la Casa Blanca. Mucho ruido, pero sin señales. No obstante, una cosa parecer estar clara: gane quien gane no será fácil para el sector de la salud, con un mayor escrutinio de los precios de los medicamentos y la desenfrenada inflación en los gastos médicos que EE.UU. ha experimentado en las últimas tres décadas.
Las ganancias deben regresar
Con el mercado de acciones global en una recesión de ganancias (dos temporadas de resultados con crecimiento negativo de los beneficios), los inversores quieren ver un cambio positivo. Los analistas prevén que el beneficio por acción (BPA) se incrementará un 35% en el próximo año, ya que los precios del crudo ya no suponen un freno así como se han estabilizado las operaciones ponderadas en dólares.
Entre las compañías del S&P 500, las expectativas de crecimiento de los BPA en los próximos 12 meses son más débiles, aproximadamente del 17%.
Los beneficios por acción del MSCI mundial han descendido cerca de un 20% desde los máximos vistos a finales de 2014, antes del derrumbe del precio del crudo. Mientras que la mayor parte de la caída se debe a los bajos precios del petróleo y la fortaleza del dólar, también ayudó a inflar las valoraciones de acciones.
A corto plazo no preocupa, pero necesitamos ver un rebote de las ganancias mundiales en el tercer trimestre así como en el cuarto trimestre, pues de lo contrario, veremos una caída fomentada por los fundamentos en múltiples valoraciones en los mercados de valores mundiales.
¿Cuáles son las mejores estrategias en acciones en el 4T?
Nos adentramos en el cuarto trimestre con cautela, pero teniendo en cuenta que nuestro modelo que sigue las tendencias nos está dando señales largas en la mayoría de los mercados de acciones clave, excepto el índice S&P/ASX 200. Dados los acontecimientos que se avecinan, los traders no pueden descuidarse. Por tanto, recomendamos posiciones largas netas de las acciones en el cuarto trimestre, pero los inversores deberían estar preparados para ser flexibles.
En función de los cambios recientes en los mensajes del Banco Central Europeo y el Banco de Japón, apostamos fuertemente a las aseguradoras europeas, ya que la presión a la baja y el aplanamiento de la curva de rendimiento puede haberse terminado por el momento. Nuestras principales apuestas son largos en Aegon (AGN:xmas) y Generali (GASI:xmil).
Nuestras posiciones largas estratégicas en Amazon (AMZN:xnas) y Facebook (FB:xnas) se mantienen, ya que creemos que ambas compañías continuarán sorprendiendo contra las pronósticos.
Twitter (TWTR:xnys) sigue siendo un caso perdido, pero un nuevo cambio de rumbo está comenzando a dar buenos resultados, con las publicaciones en vivo de la NFL que resultaron ser un éxito notable. Los fundamentos firmes mejoraron considerablemente y ahora apostamos a que la compañía se compre con una prima significativa. Seguimos largos en el valor.
La actividad manufacturera de China mejoró de forma significativa desde septiembre de 2015, según medición del índice Li Keqiang, que sigue las tasas de crecimiento anual en los préstamos bancarios pendientes, la producción de electricidad y el volumen de carga ferroviaria.
Las tasas de crecimiento anual del índice han aumentado un 9% interanual en agosto de 2016, del 1,2% interanual en septiembre de 2015. Esto ha llevado a un regreso en las acciones de los mercados emergentes, compañías de minería y, últimamente, el índice de Carga Seca del Báltico. Estamos jugando con la historia del crecimiento chino a través de nuestras posiciones largas en Glencore (GLEN:xlon) y Golden Ocean Group (GOGL:xosl).