image

"Cree en los milagros? Yo no, y menos en Bolsa…"

por La Carta de la Bolsa Hace 8 años
Valoración: image3.67
Tu Valoración:
* * * * *

"No, no creo en los milagros. Se llama milagro a un evento atribuido a la intervención divina. La palabra milagro, antiguamente miraglo, encuentra su origen en el latín miraculum, palabra derivada del verbo mirari, que significa «admirarse» o «contemplar con admiración, con asombro o con estupefacción». Los latinos llamaban miraculum a aquellas cosas prodigiosas que escapaban a su entendimiento, como los eclipses, las estaciones del año y las tempestades. Esta forma latina se mantiene en francés y en inglés como miracle, y en italiano como miracolo, entre otras lenguas neolatinas. Es así como, desde el punto de vista etimológico, la palabra milagro no dice relación necesariamente con una cierta intervención divina, sino que se liga al asombro ante lo inefable, tal como lo plantearan los latinos. A raíz de esto, milagro también puede referirse a un "Suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa.", sin implicar fuerzas divinas. Y todo esto ¿a cuento de qué? A cuento de las fantasía y esperanzas en obtener importantes beneficios con la inversión en Bolsa: no esperen milagros y lean lo que sigue:

8 consejos (ocho).La materialización del riesgo de Brexit ha inaugurado un segundo semestre que se plantea, al menos, tan complicado como el primero de 2016: los mercados siguen esperando que la Reserva Federal suba al menos una vez los tipos de interés, EE.UU. celebra elecciones presidenciales, Italia tiene un referéndum sobre la constitución, el petróleo sigue en precios bajos y la volatilidad no se ha ido de vacaciones. Los expertos de BlackRock han elaborado una lista con ocho consejos para poder preparar la cartera de cara a los próximos seis meses.

Espere retornos más bajos

“El segundo semestre empieza con un escenario de buenas y malas noticias. La buena noticia es que el temor a una recesión global se ha sosegado. El crecimiento en EE.UU. ha empezado a repuntar, de acuerdo con un análisis de BlackRock que sugiere que las predicciones del PIB han caído demasiado”, comentan desde la gestora. Prevén que los emergentes se estabilicen gracias a la decisión de la Fed de mantener los tipos bajos, y observan que “el boom del crédito en China está impulsando el crecimiento en el corto plazo”.

Las malas noticias son que “el envejecimiento de la población y la débil previsión de crecimiento en la eurozona, particularmente desde el voto de Reino Unido a dejar la UE, son factores clave que están restringiendo el crecimiento económico”. Está dinámica “ha perpetuado la política monetaria global acomodaticia que está sirviendo para mantener los tipos de los bonos bajos, y empujar a los inversores a activos con más rentabilidad”. Paralelamente, observan que las valoraciones de la renta variable “han sobrepasado a los fundamentales, dejando poco margen para una apreciación futura”. La conclusión es que, al estar sobrevalorados renta fija y renta variable, será difícil generar retornos como los del pasado en ambas clases de activo.

Imagen

La divergencia ha disminuido, pero no está fuera de juego

La divergencia de política monetaria entre bancos centrales ha sido un importante tema de mercado en los últimos dos años. La decisión de la Fed de iniciar un ciclo de subida de tipos ha contribuido a la apreciación del dólar y a una mayor disparidad en la rentabilidad de distintas referencias de renta fija de todo el mundo. Ahora, la divergencia parece menor: "Se espera que la Fed suba tipos lentamente, y Japón y Europa tienen margen limitado para rebajar sus tipos ya negativos. La realidad es que muchas de las fuerzas que están refrenando el crecimiento y reprimiendo las rentabilidades internacionales están presentes también en EE.UU., acercando a las políticas de todo el mundo”, afirman desde BlackRock. La expectativa de la firma es que “la divergencia podría reemerger a final de año si la Fed pone en una balanza los datos económicos frente a los riesgos globales”.

Imagen

Prepárese para el retorno de la volatilidad

La volatilidad fue inusualmente baja entre 2011 y 2014. En cambio, en 2016 ha repuntado con fuerza, como se demostró en enero y tras el referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE. “Los mercados  terminaron por calmarse, como inevitablemente hacen, pero los inversores deberían estar preparados para más repuntes de volatilidad entre países y clases de activos, pues hay una miríada de riesgos de mercado que podrían aparecer”, alertan desde BlackRock. Entre los posibles riesgos, enumeran las ramificaciones del Brexit, la expansión del sentimiento anti europeo en Europa, la inestabilidad de Oriente Medio, las dudas en torno a China o “las elecciones presidenciales más polarizadas de EE.UU. en tiempos modernos”.

Imagen

Sea selectivo

El S&P 500 ha subido más de un 60% desde su máximo de 2007. La subida ha estado guiada por la expansión de múltiplos, dado que equivale a unas tres veces el crecimiento del PIB nominal de EE.UU. y de los beneficios corporativos en el mismo tiempo. Desde BlackRock aseveran que “los retornos futuros dependerán de la continuación del crecimiento de los beneficios”, porque en ausencia de fundamentales sólidos, “los mercados serán vulnerables cuando la Fed suba los tipos de interés”.

La excepción son las empresas americanas con capacidad para hacer crecer sus dividendos de forma sostenible. Esta capacidad “apunta a una gestión diligente del efectivo y a un modelo de negocio sólido, características que también tienden a generar una volatilidad inferior”.

Imagen

Busque valor en más sitios

Desde la firma piensan que el tono general de los beneficios no es precisamente fantástico. Indican que “el Brexit ha hecho que revisemos a la baja nuestra visión sobre Europa, donde el panorama para los beneficios ahora es altamente incierto”. No obstante, si se comparan con las de EE.UU., creen que “las valoraciones internacionales son convincentes” y que presentan más potencial alcista.

Imagen

Enfoque la renta fija desde una perspectiva global

“Algunas de las mejores gangas de hoy se encuentran en la renta fija global”, afirman desde BlackRock. Según cálculos de la gestora, el BCE comprará entre 4.000 y 5.000 millones de euros al mes en deuda corporativa en el mercado primario este año (equivalente a aproximadamente un 15% de las emisiones mensuales), y unos 1.000 millones de euros al mes en el mercado secundario. Este programa de compra “es especialmente de apoyo para la deuda con grado de inversión de alta calidad”, al tiempo que un ciclo de subidas de tipos de la Fed más lento “probablemente silencie la subida del dólar, lo que vuelve convincente la oportunidad para explotar el potencial que la deuda de mayor rendimiento no denominada en dólares pueda proporcionar”.

Imagen

No vea a los bonos como un lastre

Sí, es cierto que cada vez es más difícil encontrar bonos con rentabilidades como las de antes. Pero muchos siguen conservando sus propiedades diversificadoras. Según un estudio de BlackRock, en los 11 periodos desde 2010 en los que el S&P cayó más de un 2%, la renta fija se apreció en el mismo tiempo. Entre los activos que más gustan en la actualidad a la gestora están los bonos municipales y los bonos estadounidenses ligados a la inflación.

Imagen

Ponga más énfasis en la gestión del riesgo

No sólo los inversores deben aceptar que los retornos no van a ser lo que eran, deben tener en cuenta que para conseguir esos retornos deberán asumir más riesgo. Desde BlackRock ponen como ejemplo a los inversores a los que quedan pocos años para jubilarse, que usualmente prefieren invertir en renta fija, y esta demanda contribuye a seguir arrastrando los rendimientos hacia niveles inusualmente bajos. Los inversores también han invertido mucho en valores defensivos, como las utilities.

Entre los daños colaterales de esta búsqueda de rentabilidad, en BlackRock predicen el repunte de la tasa de impago en high yield, “sugiriendo a los inversores que tomen precauciones cuando busquen rentabilidad en las partes más arriesgadas de la renta fija”. “Una estrategia prudente es mantener la flexibilidad y un firme enfoque hacia la gestión del riesgo”, concluyen.

Imagen


Compartir en Facebook Compartir en Tweeter Compartir en Meneame Compartir en Google+