A corto plazo, según pautas estacionales, el momento de comprar podría estar muy próximo. A medio plazo, aunque siempre quedan dudas hasta última hora, la incertidumbre que producía las elecciones presidenciales USA del 8 de noviembre, se ha eliminado a favor de Hillary Clinton, el candidato favorito de Wall Street.

Una visión más optimista sobre el futuro de la banca europea y unos resultados empresariales, flojos, pero mejor de lo esperado, está intentando romper al alza el atasco de las últimas semanas, a su vez incluido en el atasco mayor de los últimos meses. Mientras el gran soporte de los mercados, las políticas expansivas de los bancos centrales, se tambalea, los resultados empresariales que se van conociendo, mejores de lo esperado, empujan con mucha volatilidad las Bolsas a corto plazo, aunque no parecen suficientes para seguir empujándolas a medio y largo plazo. Así que, como no resuelven nada, ya se está pensando en las estimaciones de los beneficios del cuarto trimestre más que en los resultados del tercero. En esta situación, las manos fuertes mantienen una actividad mínima con saldo neutral y su posición de liquidez cerca de máximos de hace 15 años. O sea, que no lo ven claro.

El Ibex 35 se dispara, empujado por sus bancos, con mucho cierre de cortos, acercándose al techo de su banda lateral, en los 9.200 puntos. Ahora hay que tener cuidado, pues tras la intervenciones de Mario Draghi suele haber recogidas de beneficios. Por abajo, mantiene como primer soporte el entorno de las medias móviles de las últimas 70 y 200 sesiones en los 8.650 puntos. Técnicamente la situación está mejorando pero todavía no es suficiente para arrancar.