Una de las preocupaciones de quienes están pensando en solicitar un préstamo rápido es cómo tiene lugar el proceso de devolución. Después de todo, este tipo de producto de financiación se solicita fundamentalmente online y tiene una vigencia bastante reducida.
Lo cierto es que las entidades que comercializan los créditos rápidos y mini préstamos suelen ofrecer un gran número de alternativas para devolver el préstamo de la forma más sencilla y conveniente para el cliente.
La transferencia bancaria es, quizá la modalidad más habitual. Consiste en el hecho de emitir una transferencia desde la cuenta corriente de nuestro banco habitual, con destino a la cuenta de la entidad emisora del préstamo rápido.
Por regla general, estas entidades disponen de cuentas corrientes en múltiples bancos tradicionales, con el fin de facilitar la liquidación de la deuda por parte de sus clientes. Esto nos lleva a la siguiente modalidad de devolución del crédito rápido.
En el caso de que realizar una transferencia suponga un gasto añadido para ti o, sencillamente, prefieras hacerlo en persona, no tienes más que personarte en una de las muchas oficinas bancarias que se correspondan con un banco en el que la entidad emisora del crédito rápido disponga de una cuenta corriente.
Una vez personado en la oficina, tan sólo tienes que acudir a una ventanilla, indicar dicho número de cuenta e ingresar el dinero correspondiente el préstamo. No olvides facilitar tus datos identificativos como cliente o los datos que permitan identificar el contrato del préstamo que recibiste, para que consten en el ingreso. De esa manera, la entidad emisora del crédito rápido podrá reconocer el ingreso inmediatamente.
Nunca está de más que conserves el recibo del ingreso o de la transferencia –si has escogido esa opción-. Con él podrás demostrar fácilmente el pago en caso de que haya algún problema.
Muchas entidades de mini préstamos han incorporado esta ingeniosa manera para que sus clientes devuelvan sus préstamos. Se trata de utilizar la tarjeta de crédito como si estuviésemos realizando cualquier otra compra habitual.
Sencillamente, debemos acudir al portal online de la empresa que emitió el mini crédito y acceder a la sección correspondiente. Una vez ingresados los datos de la tarjeta, el importe adeudado será cargado en la misma y nuestra deuda con la entidad quedará saldada.
En primer lugar, nuestro consejo es que evites a toda costa fallar en los plazos de devolución de un crédito rápido. Los intereses de demora establecidos en los contratos de este tipo de préstamos suelen ser extraordinariamente elevados, por lo que la situación podría terminar volviéndose bastante complicada.
Siempre que sospeches que vas a tener algún problema con los pagos, comprueba todas las alternativas que estén a tu alcance para conseguir liquidez. Si no encuentras una solución, ponte en contacto con la empresa que te concedió el préstamo rápido para negociar una prórroga del plazo de devolución.
Inicia siempre estos trámites antes de que se produzca el impago; es decir, antes de que llegue la fecha límite de vencimiento del crédito, en la cual se supone que debes devolver todas las cantidades recibidas.
Esto se debe a que, si fallas en los pagos, podrían aplicársete comisiones semejantes a las un descubierto bancario; es decir, comisión por reclamación e intereses de demora.
Por el contrario, si negocias una prórroga o un nuevo crédito, podrías ganar algo más de tiempo para reunir el dinero correspondiente al préstamo.
En ambos casos, terminarás pagando más dinero del que tenías previsto. Sin embargo, en el primero, la cantidad será mayor con casi total seguridad. Mientras que si lo negocias con tu entidad prestamista, podrás evitar sobrecargos innecesarios.