El ESRB (European Systemic Risk Board) publicó ayer un análisis sobre los potenciales riesgos para el sistema financiero y para la economía derivados de un prolongado escenario con una política monetaria laxa….
Tres principales áreas de riesgo con respecto a la estabilidad financiera:
1. La sostenibilidad de algunos modelos de negocio de entidades financieras 2. La posibilidad de que los inversores asuman riesgos excesivos 3. Se puede favorecer la financiación al sector privado vía mercado frente a la bancaria
Estos riesgos se interrelacionan, variando su importancia según los países.
¿Les sorprenden? En un mundo de bajos tipos de interés y debilidad del crecimiento, la relación entre rentabilidad y solvencia para los bancos aumenta con la primera marcando la pauta. Al final, la resistencia de las entidades financieras se puede ver mermada ante un prolongado deterioro de la rentabilidad. Pero no sólo en el caso de los bancos, como también para los vehículos de gestión de activos, seguros y fondos de pensiones.
En un mundo de estas características, prologando escenario de tipos de interés artificialmente bajos, también podría ocurrir que se presionaran al alza los precios de activos financieros y reales con la búsqueda de la rentabilidad primando las decisiones de los inversores. ¿No es algo que comenzamos ya a observar? Naturalmente, nadie dice por el momento que sea generalizado ni tampoco que estemos ante una burbuja. Aunque, ya lo saben, las burbujas sólo se conocen cuando estallan. Antes son excesos.
Por último, aunque buscado inicialmente por las autoridades europeas en términos de diversificación de las fuentes de financiación del sector privado, el aumento del peso de la financiación vía mercado también puede acentuar los riesgos de apalancamiento. Y todo ello retroalimenta la preocupación ante unos precios elevados de los activos financieros.
¿Cómo mitigar todos estos riesgos? El ESRB aventura una serie de propuestas para que puedan ser consideraras por los stakeholders: desde medidas macroprudenciales y cambios en la regulación, más allá de la referida a las entidades de crédito. Aunque por el momento se han centrado en exceso en los bancos. Esto último lo aporto yo.
Pero, igual de interesante para el análisis, ¿qué podría ocurrir en caso de una subida gradual de los tipos de interés? En opinión del ESRB, si viene acompañado de un mayor crecimiento económico, su impacto en términos de riesgos puede ser más moderado. Naturalmente, un escenario de este tipo podría también ser beneficioso al sector financiero. Esto es algo que estamos observando ya en Estados Unidos. Los mercados financieros viven de expectativas.
Pero, ¿qué ocurriría si hablamos de tipos de interés más altos en un escenario de debilidad del crecimiento? Me refiero, naturalmente, al escenario actual en Europa donde vemos más inestabilidad en los mercados con la presión al alza de los tipos de interés oficiales USA afectando a los flujos financieros internacionales. Aquí el BCE se debe emplear a fondo para tratar de aislar la estabilidad financiera del Euro. Pero, en mi opinión, esto tiene límites.
Naturalmente, el escenario de subidas de tipos de interés oficiales (diferenciarlos de los tipos de interés de mercado) con debilidad del crecimiento sería el peor de los escenarios posibles en el caso de una normalización de la política monetaria. Y aquí ya hablamos del riesgo de inflación. Una hipótesis que las autoridades no parecen ver probable, al menos más allá de un repunte de los precios derivado de la subida de los precios internacionales como sería el petróleo.