Miremos estos gráficos:

Como vemos en los gráficos anteriores, tanto el IPC actual en EE.UU., como las expectativas inflacionistas, permanecen en niveles sostenibles. El balance de la Fed sigue una saludable tendencia alcista.

 A pesar de la extremadamente laxa política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. -podríamos decir lo mismo en Europa o Japón-, no existe indicios de presiones inflacionistas. Esto es extraño, y como vemos en los gráficos adjuntos (economía USA), principalmente se debe al grado de holgura de la economía estadounidense. Esto es la diferencia entre el PIB real y el PIB potencial (en caso de plena capacidad).

Aunque la economía siga mejorando tanto en EE.UU. como en Europa, si esa recuperación se mantiene por debajo de una tendencia normal en caso de plena capacidad, los riesgos inflacionistas son limitados. Esto provocará que los Bancos Centrales de todo el mundo tengan el margen de maniobra suficiente para encaminar los tipos a un escenario normalizado, sin afectar a los mercados financieros.