En nuestro Gráfico semanal del pasado 7 de noviembre apostábamos por tomar posiciones largas en el petróleo, pero manifestábamos a la vez nuestras dudas de que esa subida del crudo que preveíamos fuese acompañada, esta vez, de una subida de las Bolsas. Justamente lo que hemos visto esta pasada semana es cómo los futuros del WTI han vuelto a superar otra vez los 50 dólares barril, mientras las Bolsas han caído. Es decir, se ha roto la sincronía entre Bolsas y petróleo que se producía hace unos meses en los mercados.
Pero ha habido, además de esta, otras pautas que han cambiado en esta semana a caballo entre noviembre y diciembre. En concreto, la pauta que se venía produciendo a partir de la victoria de Trump el pasado 8 de noviembre, según la cual las Bolsas subían mientras los bonos bajaban.
Hasta el 8 de noviembre el S&P y los bonos (representados por el futuro del bono del Tesoro a diez años, el T bond) iban más o menos acompasados ya que los mercados daban un alto valor a la continuidad del escenario de tipos de interés bajos. Tras el triunfo de Trump, sin embargo, se produce una divergencia, ya que en noviembre el S&P, el Dow y el Russell han subido notablemente, mientras que las cotizaciones de los bonos largos han caído con fuerza, subiendo en consecuencia los tipos de interés de esos bonos.
Esta novedad (Bolsas bajando y tipos de interés subiendo a la vez) parece sin embargo estar llegando a su fin. En las últimas sesiones, y de forma muy gráfica el jueves pasado día 1 de diciembre, hemos visto cómo al caer los bonos y repuntar los tipos de interés, el S&P y los restantes índices americanos también bajaban con fuerza. El Gráfico que adjuntamos lo muestra de forma clara.
La pregunta es si los inversores se han olvidado ya del crecimiento y vuelven a mirar a los tipos de interés o no. Esta pregunta, hoy por hoy, no tiene una respuesta segura, pero a lo largo de diciembre responder a esa pregunta va a ser muy relevante para anticipar lo que podemos esperar del 2017. Con pruebas de fuego, como el referéndum italiano, y además con reuniones a lo largo del mes de diciembre de los principales Bancos Centrales, los inversores deberán decidir si miran a los tipos o miran al crecimiento a la hora de tomar sus decisiones.
De momento, y a la vista del gráfico, preferiríamos mantenernos al margen del S&P, ya que no están del todo clara la solidez de los elementos sobre los que se ha sustentado su espectacular alza tras las elecciones americanas.
GRAFICO COMPARADO DE LOS FUTUROS DEL BONO AMERICANO A DIEZ AÑOS (azul) Y LOS DEL S&P (rojo) LA ÚLTIMA SEMANA: