"La Misa de Réquiem en re menor, K. 626, es una obra de Wolfgang Amadeus Mozart basada en los textos latinos para el réquiem, es decir, el acto litúrgico católico celebrado tras el fallecimiento de una persona; se trata de la decimonovena y última misa escrita por Mozart. Mozart murió antes de terminarla, en 1791...Hay músicos, escritores, dramaturgos, plebeyos, analistas, bolsistas y especuladores que van a seguir la misma o peor suerte que el inimitable Mozart. Un grupo nutrido de expertos en el drama y en la agitación, que llevan escribiendo, a su modo, una Misa de Réquiem, pero ni habrá muerto para representarla ni escritor para terminar tan magna obra. La Eurozona es un proyecto universal joven, muy joven. Como si de un adolescente se tratara, deberá conjurar peligros, soportar fiebres altas, incluso procesos víricos que, para los más apresurados, le conducirían a la muerte. Una Eurozona, que necesita madura, corregir el tiro, perfilar su figura: crecer. Mientras, arreglos y desarreglos de todo tipo. Por ejemplo, los sucesivos palos, que los alemanes pusieron en la rueda, el nein por el nein, el no por el no, y las penurias en el crecimiento, que determinan, en la actualidad, cifras altas de paro y posicionamiento alocado de los movimientos populistas", me dice el analista jefe de un banco de inversión, que añade:
"Y para palo, un obús en la línea de flotación, el Brexit, con un crash en los mercados el día siguiente (viernes) de conocerse los resultados..."
"Más palos en las ruedas procedentes de Italia, en un domingo en que también venció el NO. No es la primera vez que un mandatario dimite por circunstacias similares. La diferencia ahora es que Italia está muy débil...Italia, la triste famosa patada hacia adelante, “kick the can down the road”, el tiempo se acaba"
"Son momentos de Populismo y mercados La Eurozona necesita menos voces y más actuaciones..."
***
Esta semana se vuelve a reunir el BCE. Una reunión relevante a efectos de configurar la política monetaria en los primeros meses de 2017, basada en proyecciones macro y financieras. Probablemente volveremos a escuchar a su Presidente demandar un cambio de enfoque en política económica, donde la política monetaria expansiva llevada a extremo (y excepcional) ceda el testigo a política fiscal y especialmente a reformas estructurales. Esto último es fundamental para aumentar la visibilidad y certeza a medio y largo plazo ofreciendo un mayor margen de maniobra para la inversión. Mientras, las condiciones financieras seguirán siendo muy favorables para financiar la inversión. Y los bancos de la eurozona, especialmente los españoles, han dado muestras claras de seguir financiando el crecimiento actual y futuro.