No cabe duda de que los créditos rápidos online y, especialmente, los mini créditos llevan ya tiempo instalados en la retina del consumidor y se han convertido en una referencia cuando se trata de conseguir algo de dinero en efectivo lo antes posible.

¿Cuáles son los puntos fuertes de los créditos rápidos que tanto daño han hecho a los bancos tradicionales?

La abrupta reducción del crédito que tuvo lugar en los años inmediatamente posteriores al estallido de la crisis y, más concretamente, al rescate bancario, supuso que muchos consumidores se vieran obligados a buscar fuentes alternativas de financiación. Después de todo, con o sin crisis, la vida seguía su curso y había facturas que pagar.

La banca tradicional no supo prever esta reacción, pensando que sus clientes estarían dispuestos a que el temporal hubiese terminado, para volver a someterse a las condiciones habituales a la hora de solicitar un préstamo. Sin embargo, con lo que no contaban era con la aparición (y proliferación) de entidades online dispuestas a comerse ese pedazo del pastel financiero. Además, este fenómeno ha crecido y se ha expandido con tanta virulencia que cabe preguntarse si quizá se trata de un movimiento totalmente irreversible.

Las grandes bazas que las entidades de préstamos rápidos y mini créditos han utilizado han sido la extrema rapidez en la concesión del préstamo y entrega del dinero, así como la ausencia casi completa de condiciones previas o papeleo. El resultado ha sido un proceso de captación increíblemente exitoso. Por otra parte, y lejos de lo que cabría pensarse, el perfil de los usuarios de estos créditos no es necesariamente el de una persona insolvente y sin recursos. La realidad es que los solicitantes de estos préstamos son increíblemente variados y, en su mayoría, cumplen son sus obligaciones a la hora de devolver el préstamo. De lo contrario, el negocio se habría ido a pique muy rápidamente.

¿Cómo están contraatacando los bancos tradicionales frente a los créditos rápidos?

Parece que buena parte de la gran banca ha tomado nota de la receta mágica de los préstamos rápidos y ha decidido emularla, al menos, todo cuanto ha podido.

¿Cuáles son las entidades que han comenzado a otorgar créditos rápidos?

Una de las primeras entidades bancarias que decidió comenzar a ofrecer créditos rápidos fue el Banco Sabadell, el cual ofrece la friolera de hasta 18.000 euros. Dicho préstamo es aprobado en 24 horas y abonado en cuenta en otras 24 horas más. Desde luego, se trata de una oferta que iguala con creces a lo planteado por la mayoría de los créditos rápidos, si bien, aún no puede ser comparada con la celeridad operativa de los mini créditos. Para eso podemos, debemos fijarnos en la siguiente opción.

Aún más pionera resultó CaixaBank, la cual permite a sus clientes solicitar un crédito instantáneo a partir de 300 euros, a través de su servicio de banca online Línea Abierta. En este caso, tanto la solicitud como el abono tienen lugar de forma totalmente instantánea. En este caso, estamos, sin duda, ante una copia mejorada de los mini créditos, dado que la velocidad para obtener el dinero es insuperable y, al parecer, el importe a solicitar supera el máximo planteado por la mayoría de las entidades que comercializan mini créditos, al menos, para los nuevos clientes.

Finalmente, el Crédito Dispón de la Laboral Kutxa supone poder disponer inmediatamente de 500 euros sin ningún tipo de explicación ni papeleo, y a devolver en un plazo máximo de 5 años. De nuevo, nos encontramos con una copia notablemente mejorada respecto a los mini créditos, dado que el plazo de amortización es infinitamente superior a los irrisorios 30 días que suelen ofrecerse en las opciones online.

Una alternativa excelente a los mini créditos y préstamos rápidos… salvo por un pequeño detalle

El “mérito” que tienen los mini créditos es el hecho de que se conceden sin explicaciones y en menos de 24 horas –a veces en menos de 15 minutos- sin necesidad de ser cliente previo de la entidad. Todo el proceso tiene lugar mediante unas comprobaciones muy básicas, es decir, no hay ningún tipo de estudio de viabilidad ni comprobación de la solvencia del prestatario, salvo en lo que se refiere a la comprobación de los registros de morosos. Este riesgo es, precisamente, el que no se puede permitir la banca tradicional, máxime cuando aspira a seguir ofreciendo préstamos a un interés mínimamente razonable. Hay que recordar que los mini créditos ya han sido calificados como usureros por los tribunales de justicia.

Por ese motivo, los créditos rápidos que han comenzado a ofrecerse por parte de la banca tradicional son únicamente para clientes de la propia entidad. Sólo así se puede llevar a cabo un adecuado control de los niveles de solvencia de los prestatarios a los que se conceden los créditos con tanta rapidez.

No obstante, y con todo, se trata de buenas noticias por parte de la gran banca, la cual siempre parece caminar un paso por detrás de la realidad económica del país y las necesidades de sus clientes. Con la incorporación de estos mini créditos y créditos rápidos para clientes, se evitará que determinados consumidores se vean obligados a recurrir a otras opciones que les supongan el pago de enormes cantidades de intereses, a cambio de importes prácticamente ridículos. Después de todo, un apuro lo puede tener cualquiera. Tener que someterse a un estudio de viabilidad para solicitar unos cuantos cientos de euros resulta absurdo a todas luces.