El Gobierno italiano aprobó el viernes un decreto para rescatar a Monte dei Paschi di Siena, después de que el banco más antiguo del mundo no consiguió el respaldo de los inversores en un aumento de capital que necesitaba con desesperación.
Con el objetivo de poner fin a una prolongada crisis bancaria que ha estancado a la economía, el primer ministro Paolo Gentiloni dijo que su gabinete autorizó un fondo de 20.000 millones de euros para ayudar a los prestamistas en problemas, primero y principalmente a Monte dei Paschi.
Minutos después del final de la reunión de gabinete realizada durante la noche, el tercer prestamista más grande del país emitió un comunicado en el que dijo que solicitará formalmente la ayuda del Estado, posiblemente abriendo camino a la mayor nacionalización de un banco italiano en décadas.
El Gobierno ha dicho que la esperada operación de rescate se realizará dentro de las normas de la Unión Europea, lo que significa que algunos tenedores de bonos de Monte dei Paschi se verán obligados a aceptar pérdidas para garantizar que los contribuyentes no asuman el coste total.
No obstante, el Gobierno y Monte dei Paschi prometieron que protegerían a los cerca de 40.000 ahorristas minoristas que habían comprado la deuda subordinada del banco. Muchos de los grandes inversores dicen que no estaban al tanto de los riesgos cuando compraron las notas.
"Hoy es un importante día para Monte dei Paschi, un día que lo ve dar un giro y le permite tranquilizar a sus depositantes", dijo Gentiloni, quien asumió su cargo la semana pasada y se ha puesto como prioridad el rescate del banco.
Monte dei Paschi fue evaluado como el más débil de los 51 bancos europeos sometidos a las pruebas de solvencia realizadas anteriormente este año por el Banco Central Europeo. Recibió de plazo hasta fin de año para resolver sus problemas o se enfrentaría a su desmantelamiento.
La caída de Monte dei Paschi habría amenazado a los ahorros de miles de italianos y podría haber devastado al sector bancario italiano, que carga con 356.000 millones de euros en créditos incobrables, un tercio del total de la zona euro.
El prestamista con sede en Siena, que ha sido golpeado por adquisiciones imprudentes y una mala gestión, tiene la mayor proporción de créditos incobrables entre los bancos italianos en comparación con su capital.
Esperaba recaudar 5.000 millones de euros de inversores privados, pero dijo en la noche del miércoles que no consiguió a un inversor principal para su oferta de nuevas acciones, confirmando una información previa de Reuters.