Moderados riesgos y moderado crecimiento. De hecho, para algunos el próximo año supondrá de hecho el inicio de la normalización: económica, financiera y de las políticas económicas. ¿De verdad lo creen? Hace un año todo era negro; ahora, no todo es blanco. Es cierto que los riesgos se han reducido, pero no se han eliminado.
La clase política ha sido capaz de actuar en Europa para solucionar una Crisis, la del Euro, que aún no está solucionada. En Estados Unidos pocos esperan que la clase política vuelva a repetir los errores de final de año pasado. Y hasta de octubre. Pero es algo que debemos comprobar. En China la clase política se está moviendo para aplicar reformas económicas y financieras que permitan combatir los problemas actuales: exceso de capacidad, elevado ahorro, apalancamiento, excesos de precios internos. El Gobierno japonés se enfrenta a una dura decisión, la subida del impuesto de consumo en la próxima primavera, con un coste elevado sobre el crecimiento. Muchos gobiernos de economías emergentes se mueven entre diferentes prioridades: inflación, crecimiento, desequilibrios financieros y potenciales tensiones en los flujos de capital.
Nosotros esperamos que el ritmo de crecimiento mundial se acelere desde el 2.5 % estimado este año hasta niveles por encima del 3.25 % el próximo ejercicio. Esta mejora en el ritmo de crecimiento vendrá explicada en mayor medida por las economías desarrolladas (2 % desde el .1 %) que por las emergentes (4.9 % desde 4.6 %). Fuerte crecimiento en la economía norteamericana y británica, del orden del 3.0 %, niveles del 1 % para la de la zona EUR y moderado del 1.6 % para Japón. En China nuestra previsión de crecimiento para el próximo año es del 7.3 %, desde el 7.8 % previsto para este ejercicio.
Crecimiento mundial al alza, recuperando los niveles de 2012, pero más equilibrado entre las economías desarrolladas y emergentes. ¿Hablamos de una normalización de los desequilibrios? Sin duda se ha avanzado en ello, pero queda por ver cuánto de esta mejora es sostenible en un entorno de mejora económica (nuestras estimaciones son de un 60 % en la mejora de la balanza exterior se ha debido a la caída de las importaciones). Pero, probablemente, 2014 no sea un ejercicio suficiente para responder a esta cuestión. Además, considerar en este punto la propia debilidad del comercio mundial. Pero, hay más desequilibrios a considerar además de las cifras de la balanza exterior. Y en este punto debemos considerar la acumulación de deuda. Los ajustes en deuda privada, claros, pero en la zona EUR moderados aún, frente a un ajuste de la deuda pública aún pendiente. Desequilibrios también, como reflejo de todo lo anterior, en términos de los motores de crecimiento mundial. Y también es pronto para evaluarlo.
Naturalmente, no tiene ningún sentido hacer proyecciones sobre el futuro inmediato sin hacer hipótesis sobre las decisiones que pueden tomar los bancos centrales. Ya sé que pensaran inmediatamente en la Fed. Pero no es sólo la autoridad monetaria norteamericana: BOE, ECB y BOJ, en realidad los principales bancos mundiales de países desarrollados, se han convertido en protagonistas de la mejora económica y financiera. O de la mejora financiera que ha facilitado la mejora económica, una recuperación que por el momento tiene un elevado componente cíclico que obliga a no bajar la guardia. Y los bancos centrales no lo van a hacer. E el caso del ECB esperamos más medidas expansivas en los próximos meses, sin que por el momento se pueda descartar que lleguen a ser extremas. Pero lo más probable es que veamos una nueva inyección de liquidez a medio plazo, tipos de depósito en negativo y un nuevo recorte del tipo de financiación. En el caso del BOJ ya estamos escuchando que se estudian nuevas medidas adicionales que pasarían por profundizar las tomadas hasta el momento en términos de compra de activos. La cuestión entonces es qué tipo de activos se pueden añadir a la lista además de la deuda pública. Pero, es cierto, como reflejo de la diferente posición cíclica de las economías, esperamos que tanto la Fed como el BOE adelanten durante el próximo ejercicio el final de las medidas expansivas tratando de limitar su potencial impacto negativo en el mercado. Crucemos los dedos para que lo consigan, especialmente en el caso de la Fed.