La divisa nipona, el yen, se ha fortalecido desde primeros de enero. Muchos inversores se preguntan si estamos ante un cambio de tendencia o el escenario base sigue vigente.
La actividad del sector manufacturero de Japón se expandió a su mayor ritmo en un año. El índice PMI manufacturero subió a 52,4 en diciembre (estando por encima de los 50 puntos que delimita la expansión de la contracción). Lo positivo es que las exportaciones, así como la producción industrial y el gasto del consumidor reflejan leves signos de recuperación.
Pero la realidad es que pese al leve incremento que se espera de los precios para este año, los actuales niveles se encuentran todavía muy distanciados del objetivo del Banco de Japón que es el 2% de inflación. Esto implica que seguramente continuará implementando estímulos mediante el QE, entre otras razones porque más estímulos a través de compras de deuda pública ya está algo limitado.
La cuestión es que el Banco de Japón ha comprado bonos con la intención de que caigan los costes de endeudamiento de corto plazo. La idea es que así se estimularía a las empresas y a las familias para endeudarse, estimulando la actividad económica. En realidad, el programa de compra de bonos lo que ha originado es que los costes de endeudamiento de largo plazo se aproximen a los costes de endeudamiento de corto plazo (aplanamiento de la curva de rendimiento). Claro, el riesgo es la posible incidencia negativa que podría tener sobre la actividad económica.
Por tanto, la conclusión es que el BoJ mantendrá durante el tiempo que sea necesario su política de alivio cuantitativo y cualitativo con el objetivo de alcanzar la meta de estabilidad de precios del 2%, de manera que el yen no pasará a la lista de divisas fuertes en los próximos meses.
El rumor que corre por Wall Street es que tampoco durará eternamente el programa de compra de bonos y que a partir del próximo mes de abril podríamos asistir a una disminución de la cuantía del programa, lo que se conoce como tapering.
En el cambio dólar/yen (usd/jpy) venía exponiendo desde hace meses en Premium que cuando bajase a los 100 puntos el Banco de Japón intervendría (aunque lo negasen públicamente) y harían que no cayese más. Finalmente el escenario se cumplió, el precio llegó a los 100 puntos en junio, julio, agosto y septiembre, rebotando siempre al alza y no hundiéndose más.
Este nivel sigue vigente, de manera que si regresase podría ser una opción de compra, aunque en condiciones normales este año no debería ya de volver, sobre todo en cuanto la Reserva Federal de loa Estados Unidos vuelva a subir los tipos de interés, cosa que en principio hará dos o tres veces en el 2017.
La estrategia que expuse en Expansión de ver usd/jpy en 120 puntos este año sigue vigente pese a los últimos recortes.