En la belle époque de las escuelas de negocios en Wall Street el 100% de los alumnos mostraba su interés por la banca, cuando a su finalización se realizaba la encuesta de satisfacción y se preguntaba cual era el sector en el que desearían trabajar en un futuro cercano.
Hoy, los millenials han cambiado su percepción del trabajo, el tiempo libre, las funciones a desarrollar y el sueldo a cobrar. No es de extrañar que debido a la crisis de Lehman Brothers, la sociedad ha cambiado su percepción de la banca y los brókers de Wall Street. En 2006 muchos de los millenials finalizaban sus estudios o empezaban la universidad, quizá en un grado de finanzas o administración y dirección de empresas. Por sus cabezas pasaba la fugaz idea de llegar a vice president en algún banco de la Quinta Avenida en un piso 70 mientras seguían de cerca las cotizaciones de la tripa de cerdo o el níquel. Gastaban su tiempo siguiendo chicharros de unos pocos centavos, viendo una y otra vez películas como Wall Street, Margin Call, El Lobo, etc.
A día de hoy, dichas escuelas de negocios muestran su preocupación por el desasosiego y la falta de interés de éstos nuevos alumnos por la banca y el sector financiero. Ya no quieren ser Gordon Gekko. No quieren trabajar 15 horas durante 7 días a la semana siendo becarios para lograr un puesto fijo. No les atrae fabricar un estructurado sobre el S&P 500 pero sí desarrollar una nueva funcionalidad del Iphone. Buscan ser libres, no tener horarios, ni oficina...
Pese al fenómeno americano, en España existe aún esa atracción por el sector financiero, casi adictiva, por parte de un gran porcentaje de estudiantes en Administración y Dirección de Empresas. Quizá atraídos por un horario continuo cada vez mas imposible, por la seguridad laboral de un banco o por el interés que siempre despierta todo lo relacionado con la bolsa. Pues bien, si eres uno de ellos, este artículo te interesa. En muchas ocasiones te habrás inscrito en numerosas ofertas de trabajo y siempre te han descartado a la primera de cambio. Ante esto te has preguntado ¿Por qué? Por la sencilla razón de que las cosas por el parqué han cambiado. Hace veinte años, no era necesaria una titulación universitaria para optar a un puesto en el sector. Hoy debido a la especialización y globalización, son necesarios varias licenciaturas, idiomas, Erasmus, postgrados y lo que es más importante y valorado en el sector: certificaciones específicas. Todos tenemos un tío que entró como cajero en una sucursal y llegó a ser director. Al igual que las rentabilidad al 4% de los depósitos, los puestos fáciles en banca se han acabado. Esto es la guerra, competencia feroz por llegar el primero, el mejor curriculum, la mejor nota, el nivel siguiente y más alto de inglés, francés y chino. Certificaciones por doquier, EIA, EIP, EFA, etc.
“Llega como el viento, muévete como el relámpago y los adversarios no podrán vencerte” (El Arte de la Guerra. Tzun – Tzu)
Por ello, si quieres desarrollar tu carrera en un sector tan apasionante, exigente y cambiante como el financiero prepárate para la guerra, arma tu curriculum, comienza a forjar los cimientos de la batalla y plantéate una estrategia. Busca entidades con expansión de negocio, busca perfiles específicos de trabajo, fórmate en ellos, especialízate y diferénciate de la media de tus adversarios. En definitiva fija un objetivo y lucha por él. Seguramente lees cada semana noticias de despidos, cierre de oficinas etc. Nada bueno para la banca. No necesitas 5.000.000 de empleos, necesitas uno. En la guerra del empleo tu mejor arma es la formación y especialización. Y sobre todo, permanece flexible y hambriento. Sal de tu zona de confort, arriésgate y lucha por tu objetivo, por tu trabajo, por tu futuro.
“Un ejército no tiene formación constante, lo mismo que el agua no tiene forma constante: se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose...” (El Arte de la Guerra. Tzun – Tzu)