Wall Street sigue haciendo máximo histórico tras máximo histórico en una imparable carrera alcista. Sin embargo, cada vez son más las voces que advierten a los inversores que se están sobrepasando todos los niveles de prudencia, y que Wall Street está llegando a niveles extremos de sobrevaloración y confianza inversora. Los gestores de Pension Partners lo expresan de esta manera:
“Los más valientes son ciertamente aquellos que tienen la visión más clara de lo que está delante de ellos, tanto la gloria como el peligro, y sin embargo, salen a su encuentro”, Tucíclides.
Como Charlie Bilello señaló recientemente, el S&P 500 no ha tenido un movimiento intradía del 1% desde el pasado 14 de diciembre. Este es el período más largo de calma intradía de la historia.
Pasamos de un miedo inmenso por la presidencia de Donald Trump a una calma histórica. Pasamos de "América first" a un mejor comportamiento de los mercados emergentes. Todo lo que hasta ahora dominó la psique de los inversores en términos narrativos terminó siendo exactamente lo contrario.
Ahora pregúntese: ¿puede continuar este comportamiento tranquilo de los mercados? Tal vez, pero la volatilidad tenderá a revertirse. Esto, combinado con altas valoraciones y una enorme complacencia, es probable que desemboque en un escenario de grandes turbulencias, al menos para los mercados de EE.UU.
Es asombroso como las dos creencias predominantes de la evolución de las tasas de la Fed, y la presidencia de Donald Trump, que en teoría perjudican a los mercados emergentes, han llevado a un mínimo de 9 años a los diferenciales del crédito de alto rendimiento de los mercados emergentes. Esto no tiene ningún sentido.
El mejor consejo es que se prepare para aquello que sea completamente diferente a aquello que usted espera. En los mercados existe la tendencia de reaccionar en lugar de anticiparse. “Si no está roto, no lo arreglen”, es el lema que domina entre los inversores. La lógica dicta que uno debe prepararse para múltiples escenarios mediante la diversificación y la gestión de riesgos. Lamentablemente, pocos lo hacen. En su lugar, los inversores se vuelven cada vez más optimistas según la tendencia alcista se desarrolla. Es curioso ver como un aumento del 30% desde los mínimos de febrero han provocado que la gente sea más positiva en acciones.
El punto de mayor riesgo es aquel en el que nadie cree que hay riesgo. Esto no implica una caída inminente. Más bien lo que sugiere es que se deben manejar las expectativas de lo que pase a continuación, y planificar escenarios alternativos. Ese es el momento en el que nos encontramos.
No se deje atrapar por la euforia de los precios más altos. Emociónese por los más bajos.