Si la semana pasada hablábamos de Twitter, una tecnológica que no acaba de encontrar su camino bursátil, esta semana toca hablar de Apple, una compañía que, tras estar a punto de desaparecer hace tres décadas, supo reconstruirse y hoy es la reina indiscutible de las Bolsas.

En la semana las acciones de Twitter, cuya compra recomendábamos la semana pasada a 15,5 dólares, han subido hasta los 16,6 dólares a las que cerraron el pasado viernes, haciendo así buena nuestra recomendación. Pero la verdadera estrella de la semana ha sido Apple, que ha vuelto a hacer historia al superar de nuevo estos últimos días (ya lo hizo antes en febrero de 2015) los 700.000 millones de dólares de capitalización bursátil.

No deja de ser relevante que Apple este consiguiendo todos estos records tras la entrada de Trump en la Casa Blanca. Apple ha sido una de las compañías que con más fuerza ha contestado las propuestas anti inmigratorias del nuevo presidente americano, y a la vez es una de las compañías a las que la obsesión "antichina" de Trump podría hacer más daño, al poner en peligro uno de los mercados más importantes de la compañía.

Como ya sucediese en su enfrentamiento con la Unión Europea a raíz de la sanción fiscal que le fue impuesta, Apple está demostrando ser un poder que sabe hablar de tú a tú a las potencias políticas globales, y lo hace basándose en la fuerza de la innovación y en una impecable gestión empresarial.

En nuestro Gráfico semanal de 2 de mayo de 2016 recomendábamos comprar acciones de Apple, aprovechando un momento de debilidad tras unos resultados que no gustaron al mercado. Hoy la situación es la contraria, de fortaleza, y algunas casas de análisis hablan ya de un precio objetivo de sus acciones de 150 dólares, un 125 por encima de los 135,7 a los que cerró el pasado viernes. Hay quien se atreve a ir más allá apuntando al billón de dólares de capitalización de Apple.

Confiamos mucho en Apple y en su futuro, pero no nos gusta la euforia y por ello aprovecharíamos las recientes alzas para tomar beneficios, al menos parcialmente, esperando algún recorte para volver a entrar en el valor.