Han pasado ya las primordiales fiestas navideñas y en prácticamente todos los hogares españoles se habrán abierto demasiadas puertas al consumo en estos días tan entrañables. Comidas, regalos, viajes y una serie de gastos que han podido desajustar el presupuesto de más de una familia. Ahora, con la llegada de enero y febrero, los efectos de la celebración de estas fiestas se apreciarán con virulencia y, en las tan temidas cuestas de enero y febrero, va a haber que acometer una serie de actuaciones para amortiguar los efectos del gasto efectuado, pautas que se explican ahora.
Realizar un plan para contener gastos
Al llegar los meses más temidos del calendario, y tras la resaca de las fiestas, va a haber que comenzar un nuevo curso en el que abundarán los gastos: obligaciones fiscales, recibos familiares, conservación, vestuario, administración del hogar... Para no faltar a ninguno de estos compromisos, va a haber que desarrollar una serie de recetas a fin de que el circulante de las familias fluya generalmente y los efectos de las Navidades no alteren el presupuesto. Y todo ello, sin elevar todavía más el nivel de endeudamiento y, de ser posible, con una reducción en función de nuestras posibilidades.
-Si todavía no hemos amortizado algún crédito por completo, va a ser deseable que para encarar los gastos de los primeros meses del año no se formalice otra vía de financiación, sino más bien decantarse por fórmulas opciones alternativas que no produzcan más gastos a la familia.
- Hay que rehuir de los gastos extras y ajustarse el cinturón del presupuesto mensual para satisfacer las necesidades más básicas del hogar.
t-De manera segura, habrán sobrado buen número de latas y comestibles variados de las cenas y comidas de las fiestas. En los días siguientes a las celebraciones pueden tener salida y, de esta forma, se contendrá un tanto el gasto derivado de la nutrición.
- Se puede buscar tener ingresos extras todos y cada uno de los meses con la contratación de productos para el ahorro y también inversión: dividendos, fondos de inversión, cuentas de alta retribución, etcétera, que asistan a llevar mejor estos primeros meses del año.
- No resulta conveniente aceptar nuevos gastos para reformar el hogar, comprarse un nuevo vehículo o bien mudar el moblaje. Lo más admisible es dejar estas labores para otro periodo del año en que el saldo de las cuentas no esté tan comprometido.
- Es el mejor instante para prosperar las condiciones del contrato con el servicio de la luz o bien el gas. Se van a poder formalizar mediante las nuevas tarifas de las compañías suministradoras de estos servicios, a través de contratos on line, para nuevos clientes del servicio o bien amoldados al consumo real.
- Se pueden poner en alquiler las propiedades que no se utilicen: pisos, plazas de garaje, etcétera, y lograr de esta manera una renta interesante para comenzar bien el nuevo año.
- Como opción alternativa para quitar ciertos gastos, se puede decantarse por aunar las deudas contraídas (hipoteca, créditos...), para de esta forma contar con de cuotas mensuales más accesibles, si bien, al contrario, se ampliará el periodo de amortización.
- Pensar que las fiestas han terminado y, por ende, hay que regresar a agacharse por un modo de vida más parco.
Postergar los pagos
Una estrategia realmente útil en los primeros días del año consiste en postergar el pago de las compras, que puede ser semanal o bien mensual, para lo que hay una esencial oferta de tarjetas de créditos que incluyen este servicio. Sin embargo, para poder ser atractivas y rentables a sus titulares, han de estar comercializadas sin la aplicación de ningún género de interés, o sea, al 0 por ciento , y carecer de comisiones o bien otros gastos administrativos.