En una nueva conferencia el lunes pasado Praet del BCE volvió a enfatizar la necesidad de mantener unas condiciones financieras muy favorables para soportar la recuperación, al mismo tiempo que logra que la subida que estamos viendo en los precios se convierta en sostenida…
Pocas novedades por tanto en su discurso, que contrasta con otros comentarios de varios miembros de la autoridad monetaria europea (Wuermeling, Weidman, Lautenschlaeger por ejemplo) que dejan entrever la posibilidad de establecer a corto plazo una estrategia de normalización monetaria.
Para Praet, aunque admite la mejora económica y la mejora de las condiciones de financiación que la sustenta, no considera que el repunte de la inflación sea sostenible o que las expectativas de inflación así lo hagan. Al final, aunque admitiendo que hay una mejora en el escenario (económico, financiero, mercados) , no parece que sea suficientemente fiable como para dar marcha atrás a las medidas monetarias expansivas, excepcionales, aplicadas en los últimos años.
Pero, ¿merece la situación actual una mayor expansión monetaria?
Miren ahora este gráfico. Es el indicador de condiciones monetarias que elabora Citi…
En definitiva, en contra de lo que muchos intuyen las condiciones financieras incluso han sido más favorables de forma reciente en la zona Euro como consecuencia del repunte de la inflación (simplemente un descenso de los tipos de interés reales, oficiales y de mercado) y por la depreciación del Euro.
Al final, para Praet aún no estamos en el punto de hablar de la futura normalización monetaria. Weidmann en un evento en Dusseldorf consideró, por el contrario, que le gustaría tener unas condiciones financieras algo menos expansivas. Lautenschlaeger por otro lado anticipó que podría producirse un próximo cambio en la política, tan pronto como los datos se estabilicen y se observe una senda sostenible para el objetivo de estabilidad.
Los debates son siempre importantes. Pero, es mucho más relevante ene sentido considerar que si cambian las circunstancias también debe hacerlo el diseño de la política monetaria. Un cambio de sesgo hacia el futuro o simplemente una estrategia para normalizar la política monetaria sin duda daría una mayor certeza a los agentes económicos. La certeza a futuro siempre es positiva.