Vamos a ver dos claros ejemplos de cómo los Bancos Centrales intervienen en el mercado de divisas con las consecuencias en sus respectivas divisas y cómo puede arruinar literalmente no solo a inversores sino también a muchas personas con una hipoteca multidivisa sobre su vivienda.
El Banco Central Checo eliminó esta mañana el límite sobre el euro que estaba en la zona de 27 y avisó que volverá a intervenir si fuese necesario para evitar una volatilidad elevada.
Ese tope se interpuso en el 2013 para evitar entrar en deflación y alcanzar el objetivo de crecimiento de precios del 2%, manteniendo la divisa checa débil frente al euro. Para ello, el Banco ha tenido que estar estos cuatro años comprando ingentes cantidades de euros (se estima que entre 45.000 y 48.000 millones de euros) para frenar e impedir la apreciación frente a la divisa comunitaria. Vamos, toda una intervención directa en el mercado de divisas.
La reacción fue: la corona noruega se apreció con fuerza frente al euro (eur/czk cayendo) y los rendimientos de la deuda soberana denominada en coronas checas subiendo a la vez que los rendimientos de los bonos en euros caían.
Todo esto recuerda al tema de la intervención del Banco de Suiza para evitar el riesgo de la deflación ante una moneda tan fuerte que recibía gran cantidad de flujo de capital proveniente de muchos países. Y es que en este caso se estaba produciendo una huida de depósitos de la zona euro, de capital de varios países hacia lugares en principio más estables, siendo el principal destino Suiza. Pero el Banco Central de Suiza no quería una entrada masiva de dinero, ya que ello llevaría a fortalecer al franco suizo, perjudicando a las exportaciones del país helvético.
En el mes de agosto de 2011, el Euro/Franco estuvo a punto de llegar a la paridad (se colocó en 1,0064). Este hecho hizo reaccionar al Banco de Suiza en el mes de septiembre del mismo año, adoptando una política de compra agresiva de euros. Fue este motivo el que en el mes de septiembre hizo reaccionar al Banco, el cual adoptó una política de compra masiva de euros con la finalidad de evitar a cualquier precio que se perdiera dicha referencia.
Así las cosas, euro/franco (eur/chf) estuvo siempre respetando a la perfección el suelo de 1,20, hasta que el Banco Central de Suiza rompió el suelo mínimo de cambio con el euro en 1,20 en enero del 2015 al mismo tiempo que apreciaba al franco, colocaba el interés de los depósitos en el -0,75%.
Esta decisión perjudicó enormemente a los titulares de hipotecas multidivisa en francos suizos, sobre todo los que entraron con el boom de este producto allá por los años 2006 y 2007 debido a los bajos tipos de interés que se pagaban por la solidez y la fortaleza de la divisa comunitaria frente a otras divisas, sobre todo el yen japonés y el franco suizo.
Por ejemplo, aquellas personas que compraron una casa y denominaron su hipoteca en francos suizos se ven obligados a pagar más dinero al banco, su cuota mensual se encarece. El Tribunal Supremos está creando jurisprudencia al respecto de la anulación de determinadas hipotecas multidivisa