La coyuntura internacional presenta diversos frentes abiertos con incidencia directa en los mercados (Bolsas, divisas, materias primas). Entremos un poco en materia.
Hace pocos días, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, quiso volver a lanzar un mensaje de tranquilidad a los mercados, mensaje que se podría resumir en dos puntos:
1º La entidad no dudaría un momento en volver a actuar si lo considerase necesario ante un cambio imprevisto en el contexto actual en el que nos encontramos. Dicha intervención se basaría en aumentar el programa QE de compras de activos, bien en su aspecto cuantitativo o en el cualitativo, es decir, duración temporal y volumen del mismo.
2º Es necesario continuar con las medidas de relajación monetaria de cara a crear inflación. Es cierto que la subyacente está por debajo de lo deseado, pero en el medio plazo esperan un incremento gracias a las medidas monetarias del Banco.
Pero una cosa es el discurso oficial de Mario Draghi y otra la realidad o lo que seguramente suceda. En unas ocasiones ambos términos coinciden, en otras no.
¿Cuál es el escenario más probable?
– En la reunión del próximo mes de junio podríamos comenzar a vislumbrar nuevos matices en los discursos oficiales del BCE.
– Podríamos tener en la reunión de septiembre una notificación importante, concretamente podrían anunciar otra reducción en la cuantía de deuda que adquieren mensualmente. Recordemos que ahora mismo, tras la última modificación efectuada en el mes de abril, la cantidad bajó de 80.000 millones de euros a 60.000 millones
– El programa QE tiene como fecha de caducidad diciembre del 2017, pero podrían perfectamente prorrogarlo.
– Si bien es cierto que antes del 2018 es casi imposible ver subidas en los tipos de interés, la coyuntura podría llevar a un retraso considerable, no sería de extrañar que antes de final del 2018 o 2019 no veamos novedades al respecto.
Williams (Fed) comentaba que su escenario de tres o cuatro subidas de tipos de interés en USA este año sigue vigente mientras el mercado laboral no varíe y la economía crezca a este ritmo. Así pues, quitando la subida ya realizada, piensa que la Fed todavía hará al menos 2-3 movimientos más, siendo el próximo en junio.
Uno de los mercados que está más fuerte es el Dax alemán, de hecho cerró la pasada semana marcando nuevos máximos históricos. Wall Street cerró el viernes al alza y el S&P en máximos gracias a la fortaleza en el crecimiento del empleo, de hecho se superaron las expectativas tanto de la creación de empleo como de la tasa de paro, alcanzando niveles de hace diez años.
Las bolsas asiáticas cerraban en positivo, con el Nikkei escalando a máximos de año y medio tras los días festivos. fue China el patito feo terminando en rojo al calor de los datos de exportaciones e importaciones que defraudaron.
El euro mantuvo la inercia alcista frente al dólar, máxime tras la primera vuelta de los comicios galos. Ni siquiera las próximas subidas de tipos en USA parece que sea suficiente para que euro/dólar pueda derrumbarse.
El petróleo (NYMEX) logró el viernes contener la vorágine bajista, y es que en las últimas 16 sesiones nada más y nada menos que 14 terminaron en rojo. Lo cierto es que preocupan los stocks y toda la parafernalia del cumplimiento de los recortes. Se podría decir que el petróleo en estos precios implica un punto más en la presión para que la OPEP extienda los recortes seis meses más en la próxima reunión del 25 de mayo. Rusia parece que se decantaría por extender los recortes más allá de junio.
El hierro ha pasado por una semana negra con caídas de dos dígitos (12%). El motivo hay que buscarlo en el tema de la demanda por parte de China. El dato a tener en consideración es que las importaciones llevadas a cabo por el gigante asiático han descendido casi un 4%.