EUR
Sin acontecimientos económicos o monetarios de gran relevancia en la Eurozona la semana pasada, y con los mercados bastante seguros de una victoria de Macron en las elecciones presidenciales francesas, la moneda común se apreció con respecto al resto de monedas importantes.
Esperamos que esta semana sea bastante tranquila en la Eurozona. El dato de inflación de Estados Unidos, que será publicado esta semana, tendrá una importancia añadida. Hay que tener en cuenta que el euro está cotizando en rangos considerablemente por encima de lo que justifica el diferencial de tipos de cambios entre EE.UU. y la Eurozona, por lo que es vulnerable a cualquier sorpresa al alza en EE.UU.
GBP
Los fuertes datos de actividad empresarial PMI apoyaron el rendimiento de la libra la semana pasada, contrarrestando en parte los débiles datos de crecimiento del primer trimestre. Sin embargo, esta noticia no fue suficiente para despejar el pesimismo en torno a las conversaciones iniciales sobre el Brexit con la Unión Europea. Al final, la libra terminó la semana casi sin cambios, cerca de los niveles superiores de su rango post-Brexit.
Esta semana, la atención de los mercados se centra en la reunión del Banco de Inglaterra de mayo, que será celebrada este jueves. Esperamos que las proyecciones de crecimiento futuro bajen ligeramente, mientras que las de la inflación suben. Al final, el efecto neto sobre la libra esterlina debería ser mínimo y esperamos que ésta cotice en respuesta a acontecimiento de otras zonas económicas, especialmente influenciada por los importantes datos de inflación de Estados Unidos.
USD
La semana pasada, marcada por distintas publicaciones y anuncios en Estados Unidos, se validó nuestra opinión de que la desaceleración económica observada en el primer trimestre de 2017 es temporal. El miércoles, la Reserva Federal dejó clara su postura respecto a este tema, culpando a factores transitorios. Además, hizo mención a la inflación estadounidense y su cercanía al objetivo.
Creemos que la Reserva Federal se siente en una posición cómoda para subir de nuevo los tipos de interés en la reunión de junio, lo cual debería ser favorable para el dólar.
El último informe de nóminas no agrícolas de abril reflejó sólidos datos del mercado laboral. El desempleo cayó un 0,2% y el subempleo un fuerte 0,3%, lo que indica que la economía estadounidense ha alcanzado algo muy cercano al pleno empleo. Si bien los datos salariales fueron un poco más débiles, seguimos convencidos de que las recientes caídas en el desempleo darán lugar a una presión salarial al alza más temprano que tarde. Ante esta situación y sin sorpresas a la vista creemos que la Reserva Federal está en el camino correcto para una subida de tipos en junio y al menos una subida adicional, posiblemente dos, antes del final de 2017.