Conozco a inversores que se acercan a los mercados con miedo, sin tener muy claro hacia dónde van y cuál es su objetivo. En ese punto en el que llegan al Ibex 35 y se "enamoran" perdidamente de un título "porque está barato". Explíquenme qué es que algo esté barato... Porque he visto fluctuar el precio de las acciones entre niveles que nadie hubiera dicho que tocarían (Santander 4 euros!!!).

En el mercado todo es relativo, nada es bueno ni es malo, ni blanco ni negro. O sí, tal vez si que hay algo malo. El no controlar nuestros sentimientos. El ser humano está dominado por sentimientos que le impulsan a actuar y cuando hablamos de dinero no son en absoluto positivos. La codicia y la avaricia empujan al inversor -a todos y cada uno de los inversores- a operar por impulsos, sin embargo los ganadores y los perdedores se distinguen por saber controlar esos sentimientos. Para ganar dinero en bolsa hay que dejarse fuera el corazón y para conseguir este hito no hay sino controlar la psique humana. Y aún así nadie nos garantiza que vayamos a salir victoriosos siempre.

Por supuesto que es necesario tener una estrategia clara de inversión y saber hasta dónde estamos dispuestos a perder porque el hecho de ver mermadas nuestras ganancias hará, si no somos racionales, que nos quedemos con esa posición abierta con la esperanza de que recupere lo que hemos perdido. La bolsa no son dos más dos, y si lo son, tenga por seguro que es una casualidad. El mercado no tiene lógica o en cualquier caso,  tiene su propia lógica. Lo que hemos de hacer para hacercarnos a él es preparar nuestra mente concienzudamente y aprender a controlar nuestros impulsos psicológicos. Sólo así seremos capaces de ganar alguna que otra batalla, aunque en ningún caso demos por ganada la guerra.