¿Qué cómo fueron los mensajes ayer desde las Actas del FOMC de mayo? Les doy una pista: la rentabilidad del treasury 10 años se redujo de forma moderada, hasta niveles ahora de 2.26 %.
En definitiva, los mensajes fueron más moderados de lo esperado. Y realmente más moderados que lo escuchado un mes atrás. Pero, esto no significa que la autoridad monetaria norteamericana no siga con su estrategia de normalización monetaria. Buena parte de la discusión durante el último FOMC se centró en la reducción futura del balance, quizás asumiendo la probabilidad que maneja del mercado superior al 80 % de una subida de tipos en la reunión de junio. Tipos y cantidades: de la misma forma que la Fed, y otros bancos centrales, tomaron medidas tradicionales y no tradicionales también su futura normalización irá más allá de subir los tipos de interés.
“Nearly all policymakers expressed a favorable view” of a plan presented by the Fed staff. Under this plan, the Fed would preannounce a dollar amount of Treasuries and MBS that would be allowed to run off the balance sheet each month, with amounts exceeding these “caps” reinvested. Every three months, the caps would be raised and greater amounts of Treasuries and MBS would be allowed to runoff the balance sheet. Eventually, these caps would reach fully phased-in levels, at which point the amount of balance sheet runoff per month would be constant.
En el fondo, los mensajes de los dos principales bancos centrales mundiales (Fed y BCE) no son tan diferentes: éxito de las medidas de política monetaria extremas aplicadas hasta el momento y valoración, bajo una comunicación que debe ser muy meditada, sobre su futura normalización. No total normalización, puesto que también asumen que los tipos de interés a medio plazo serán más bajos que los históricos. Pero, al final normalización por dos razones: 1. Porque no es preciso mantener una política tan expansiva en el futuro; 2. Porque puede generar efectos secundarios no deseados. Naturalmente, difieren en el timing para comenzar esta normalización. Ayer quedó muy claro en el discurso del Presidente del BCE. Aunque sus mensajes no parecen incompatibles con un próximo cambio en el forward guidance.
Uno de esos riesgos o efectos secundarios a los que me refería antes se refiere a la estabilidad de las entidades de crédito. Más allá del impacto en resultados, afectando también a su estrategia futura y potenciales distorsiones en su balance. Conjuntamente con una regulación estricta y compleja, inacabada tras más de ocho años de crisis, todo ello también se puede traducir en limitaciones a la hora de cumplir con su principal labor de financiar el crecimiento.