Muchos son los motivos que están dando los analistas para explicar los niveles de extrema baja volatilidad que están viviendo los mercados en la actualidad. Nikolaos Panigirtzoglou, estratega de JP Morgan, en un reciente informe a clientes afirmaba que la reciente tranquilidad de los mercados es un reflejo de los fundamentos económicos y de mercado que los sostienen:
“El bajo nivel de sorpresas económicas en la actualidad es por sí sólo una razón suficiente para explicar el bajo nivel de volatilidad del mercado”, afirma.
Y es que como vemos en el siguiente gráfico, la volatilidad está en mínimos históricos:
La volatilidad sube cuando los participantes del mercado cambian de posición debido a cambios en los datos económicos, o en las decisiones de los bancos centrales que alteren las perspectivas de inflación y crecimiento. La sensibilidad a estas sorpresas depende en gran medida de dos factores: El apalancamiento inversor, y la propensión de los inversores a operar.
En todos los frentes, añade JP Morgan, las tranquilas condiciones del mercado están justificadas por los fundamentales económicos y de mercado, disipando los temores de que los mínimos históricos en la volatilidad sean indicativos de la complacencia de los inversores.
Como vemos en el siguiente gráfico de JP Morgan, el índice de sorpresas económicas, correlacionado directamente con el índice de volatilidad, también está en niveles históricamente bajos. Es decir, ante la falta de sorpresas económicas, los mercados de valores se muestran extremadamente tranquilos.
"Dada la reacción del mercado al Brexit, y a la victoria de Trump, tal vez los inversores han aprendido que vale la pena resistir a una reacción exagerada por los acontecimientos políticos”, afirma Neil Dutta, jefe de economía en Renaissance Macro Research. “La volatilidad del mercado no ha sido nunca tan baja”.
Por tanto, el mercado está tan “aburrido”, porque no hay excesivas sorpresas económicas, y las sorpresas políticas que ha habido, están siendo ignoradas. Veremos si esto sigue así.