La mayoría (aunque no todas) de las encuestas fueron desacreditadas de nuevo en las elecciones generales de Reino Unido la semana pasada. La mayoría predecían una sólida ventaja por parte de los conservadores y un aumento en su mayoría parlamentaria. Al final, el partido laborista consiguió un número significativo de escaños y dejó a la Primera Ministra May dependiendo de un partido Ulster bastante extremista para asegurar una mayoría. La incertidumbre resultante, y las posibilidades de que sean necesarias otras elecciones causaron una depreciación en la libra esterlina. Otras monedas europeas también tuvieron un mal rendimiento ya que el BCE mostró una nota más pesimista de lo esperado por los mercados en un fuerte recorte de sus expectativas de inflación.
La estrella de la semana pasada fue sin duda el peso mexicano. Recibió un primer impulso cuando el gobierno alcanzó una estrecha victoria en las elecciones regionales, y continuó al alza a lo largo de la semana al opinar los mercados que la administración Trump, seriamente debilitada, será incapaz de imponer alguna restricción significativa al comercio entre EEUU y México.
Esta semana, los mercados estarán muy atentos a la reunión de la Reserva Federal. Se espera que suba los tipos, pero sus declaraciones serán analizadas para aclarar las posibilidades de que haya una o dos subidas adicionales antes de final de año. Otros bancos centrales se reúnen también esta semana, incluido el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional Suizo, que deberían mantener sus políticas sin grandes cambios.
GBP
Las elecciones generales lanzaron al gobierno de Reino Unido a una situación incierta. Los conservadores perdieron 12 escaños y quedan claramente lejos de la mayoría. Existen negociaciones para formar un gobierno con el partido unionista Ulster. Aunque se alcance un acuerdo, este gobierno tendría un poder de negociación menor el proceso del Brexit, y siempre existiría la posibilidad de que un parlamento dividido rechace cualquier acuerdo al que se llegue. Un escenario incluso peor es que se tengan que celebrar otras elecciones. Todo mientras la cuenta atrás de dos años del artículo 50 sigue su curso.
De cualquier forma, es probable que los mercados vean un riesgo añadido sobre la libra. Nosotros vemos un movimiento de la divisa a la baja como el más probable. Pronto revisaremos nuestros pronósticos en este sentido. En cualquier caso, probablemente estamos ante un periodo de volatilidad en el mercado comparable a la situación justo posterior al referéndum sobre el Brexit.
EUR
Todas las miradas se posaron sobre la reunión del BCE de junio. Al final, el Banco Central dio un mensaje bastante mixto. En cuanto al posible futuro de la política monetaria eliminaron las referencias a la posibilidad de tipos más bajos, y declaró que los riesgos para las previsiones estaban ahora equilibrados en lugar de ponderados a la baja. Aun así, bajó significativamente sus proyecciones sobre la inflación, y dejó claro que no habría una reducción del programa de estímulo hasta que la inflación parezca que vaya a alcanzar el objetivo del BCE de forma certera. Los mercados eligieron centrarse en esto y el euro se movió a la baja modestamente desde los recientes máximos contra el dólar, tirando hacia abajo de la mayoría de las otras divisas europeas.
Esta semana habrá relativamente pocos datos desde la Eurozona. La moneda única se moverá mayormente en reacción a eventos en otros lugares, con especial atención a las negociaciones gubernamentales en el Reino Unido y a la reunión crucial de la Reserva Federal de junio el miércoles.
USD
En una semana en la que el calendario de datos ha sido bastante ligero, los mercados anticiparon volatilidad alrededor del testimonio del ex-director del FBI Comey. No hubo grandes revelaciones y el dólar estadounidense superó el evento sin grandes cambios.
Esta semana la atención girará en torno a la reunión de la Reserva Federal en la tarde del miércoles. Una subida de tipos está prácticamente descontada por los mercados. La clave será medir las posibilidades de más subidas este año, basándose en el “mapa de puntos”, las proyecciones económicas del FOMC, y las respuestas de la Presidenta Yellen durante la rueda de prensa tras la reunión. Nuestra previsión es la de una comunicación más optimista que la que el mercado ha descontado, con la Fed dejando la puerta abierta a una o dos subidas adicionales. Si es así, esto debería dar un apoyo sólido al billete verde.