Si bien en el plano "macro" la noticia de la semana pasada ha sido la subida de tipos de la Fed y su anuncio de que va a empezar a reducir su balance no reinvirtiendo los vencimientos de la deuda pública a su vencimiento, en el plano "micro" la sorpresa llegó el viernes al anunciar Amazon la adquisición de la compañía de alimentación Whole Foods por 13.700 millones de dólares.
El endurecimiento de tipos por la Fed hizo buena nuestra cautela de la semana pasada cuando afirmábamos que la corrección de las tecnológicas podría acabar contagiándose al resto del mercado, incluidas las acciones bancarias, como así ha empezado a verse estos últimos días. Pero, sin duda, el movimiento de Amazon, que es audaz (hay que recordar que Amazon nunca había gastado, previamente, más de mil millones de dólares en adquirir ninguna empresa) marca un antes y un después en la llamada disrupción digital, tocando esta vez de lleno al sector del consumo y de la distribución de productos básicos.
Buena prueba de ello es que el mismo viernes, mientras Whole Food se disparaba un 29% al alza tras el anuncio de la OPA, Wal Mart, el gigante americano de la distribución, recortaba un 4,6% en la sesión. Así se aprecia en el Gráfico que adjuntamos, donde se ve el enorme hueco que se abrió el viernes pasado entre la cotización de ambas compañías.
Las Bolsas han sido generosas con las grandes tecnológicas y las han dotado de ingentes capitalizaciones bursátiles. En el caso de Amazon, 472.000 millones de dólares, lo que la dota de una potente munición para realizar operaciones corporativas. Pero esa munición hay que utilizarla bien. Todos recordamos los fiascos de la compra de AOL por Time Warner o como Microsoft tuvo que hacer un "write down" total de Nokia, por la que había pagado un elevado precio o como Google tuvo que acabar vendiendo lo que quedaba de Motorola por partes.
Confiamos mucho en la buena gestión de Amazon, con Jeff Bezos a la cabeza, pero la Bolsa solo premió la operación con una subida del 2,4% el viernes, lo que indica que, en esta primera reacción del viernes, la destrucción de valor en Wal Mart y la fuerte caída del sector de "consumer staples" en el S&P fueron superiores a la creación de valor en Amazon.
El tiempo dirá si este movimiento estratégico de Amazon es o no acertado para el "retailer" por excelencia con sede en Seattle, pero de momento hay que decir que la disrupción digital ha dado otro paso, y esta vez su sacudida ha tocado de lleno al cotidiano sector de la alimentación.
Seguimos cautelosos en las grandes tecnológicas, incluida Amazon, hasta ver a dónde llega su corrección, que puede tener nuevas fases a lo largo de este verano.