Existe una gran diferencia entre un analista financiero y un gestor. Y lo digo con conocimiento porque yo he sido ambas cosas. Gestor en mi juventud y mis primeros años de madurez, más de 20 años trabajando en diferentes bancos de inversión y mercados, y analista posteriormente en un bien merecido descanso del guerrero. Y es justamente esta frase final "el descanso de un guerrero", el que simboliza perfectamente el paso de una profesión a otra. Veamos.
Aunque los conocimientos técnicos y fundamentales de ambos pueden ser similares (entre analistas y gestores), hay algo importantísimo que diferencia la labor de uno y otro: El aspecto emocional.
Antes de emprender cualquier operación, el gestor desarrolla un trabajo de investigación muy parecido al de cualquier analista de los activos objetivos de compra. Es cierto que el gestor tiene a hacer un estudio más integral del activo (fundamental, técnico, flujos), frente a los analistas más especializados en uno u otro campo. Pero aunque aquí puede haber alguna diferencia, en el fondo, todo gestor prima una modalidad sobre otra, y las técnicas de análisis son las mismas.
Ahora bien, mientras que el analista realiza ese estudio sin ninguna carga emocional, de una manera absolutamente objetiva y sin ningún sesgo, al menos así debería ser, el gestor sufre una presión emotiva que en muchas ocasiones va en detrimento de sus análisis operativos. El gestor lleva la carga de su registro de operaciones, de la evolución de los indicadores de referencia, del rendimiento de las carteras competitivas, de...
En mi carrera profesional he visto a excelentes analistas a las que se les encargó gestionar una cartera institucional derrumbarse bajo esa presión, registrando resultados pésismos, y desdiciéndose una y otra vez de sus propios análisis.
El sesgo psicológico en la gestión financiera probablemente sea uno de los factores más determinantes en la consecución de resultados. Los analistas no están acostumbrados, dada su labor, a soportar ese tipo de condicionamiento emocional, por lo que tienden a fracasar en la gestión.
Por otro lado, no es fácil pasar de la teoría de la práctica. Esto lo sabe bien el afamado profesor de finanzas Mark Rzepczynski, que ha publicado varios trabajos en este sentido. Rzepczynski señala que una de los principales catalizadores para el éxito de los gestores profesionales, es entender cuál es el proceso adecuado para trasladar las buenas ideas teóricas a la práctica. "Hay firmas que hacen esto muy bien, y otras que no, y sus resultados dependen de ello", afirma.
Rzepczynski recomienda hacerse estas preguntas a la hora de pasar de la teoría financiera, a la práctica de la gestión:
- ¿Cómo llevar a cabo las investigaciones financieras para añadir realismo?
- ¿Cómo se incluye realmente estos análisis en una cartera?
- ¿Cómo se abordan los cambios en los modelos operativos existentes?
- ¿Cómo se dimensionan las nuevas ideas de investigación en relación con las estrategias existentes?
- ¿Cómo se negocian las nuevas ideas en diferentes situaciones del mercado?
- ¿Cómo se aborda la liquidez para una nueva estrategia?
- ¿Cómo un gestor aborda las crisis con la nueva estrategia?
Si se consigue contestar a estas preguntas se estará más cerca de tener éxito en trasladar la teoría a la práctica. Es difícil, pero se puede conseguir.