Si el Banco de Inglaterra fue, como decíamos en nuestro anterior gráfico semanal, hace un año el que calmó a los mercados tras el inesperado resultado del referéndum sobre el Brexit, doce meses después ha sido el BCE el que ha destapado la caja de los truenos al sugerir su presidente, Mario Draghi, un posible endurecimiento de su política monetaria en el simposio anual celebrado en Sintra.
Las palabras de los banqueros centrales, casi siempre enigmáticas, como corresponde a quienes tienen como misión sagrada preservar los misterios del templo monetario, son escrutadas cuidadosamente por los inversores, que intentan extraer de ellas alguna señal que ilumine el siempre incierto futuro de los mercados.
Eso es, precisamente, lo que ha sucedido esta última semana con las manifestaciones de varios banqueros centrales y, sobre todo, con las de Mario Draghi el pasado martes en Portugal.
La alusión, no del todo clara, de Draghi, a un posible final de "easy money" en Europa, llevó el martes 27 al euro a su mayor ganancia porcentual diaria en más de un año, tal y como se ve en el gráfico que adjuntamos.
Ante esa reacción alcista, que se prolongó en las primeras horas del miércoles, el BCE tuvo que salir a la palestra para arreglar de alguna forma el desaguisado, diciendo que el mercado había malinterpretado a Draghi, y eso provocó una fuerte pero muy fugaz recuperación del dólar en la sesión del miércoles, claramente apreciable en el gráfico.
Pero, como se ve también en el gráfico, la raya vertical descendiente del miércoles fue seguida de forma inmediata por una subida del euro de la misma intensidad y de hecho en la sesión del jueves la caída del dólar se prolongó hasta rozar casi los 1,15 dólares por euro. El viernes, al cierre semanal, los futuros del euro/dólar cerraron en 1,147 dólares por euro.
La debilidad del dólar, justo cuando la Fed está lanzando un claro mensaje de endurecimiento monetario, es, tal vez, uno de los movimientos más llamativos de los mercados en este año 2017 y muestra un cierto distanciamiento de los inversores respecto a la Fed. Una ruptura de esa confianza ciega que los inversores venían mostrando.
Tal y como hemos dicho en otros Gráficos semanales anteriores, como el del 8 de agosto de 2016, la banda 1,05/1,15 nos parece bastante sólida y tras la última subida del euro estaríamos por tanto en la parte alta de la banda, lo cual nos mueve a apostar por el dólar en estos niveles.