Las Bolsas han recortado los últimos días y la sombra de los Bancos Centrales está detrás. ¿Pero es para preocuparse? ¿Van a cambiar las tornas? Vamos a ver el tema de manera sencilla para que todos ustedes lo entiendan.
Tras las últimas comparecencias oficiales, todo indica que los principales Bancos Centrales del mundo (Banco Central Europeo, Reserva Federal de los Estados Unidos, Banco de Inglaterra, Banco de Canadá) están pensando seriamente dar el paso que desde hace tiempo se insinuaba, normalizar sus políticas monetarias y comenzar a subir los tipos de interés desde los niveles tan bajos en los que se encuentra. Únicamente quedaría el Banco de Japón fuera de este grupo, pero vamos, que no les va a quitar el sueño.
Y sí, esta fue una de las razones, por no decir la principal, por la que las Bolsas europeas comenzaron a caer. Una reacción normal, ya que los inversores llevan años mal acostumbrados, con un BCE tutelando y amparando las subidas de la renta variable, todo un colchón de seguridad que animó a que el dinero entrase a mansalva en las Bolsas. Pero cuando se le empiezan a ver las orejas al lobo, ya no todo es de color de rosa, la vuelta a la realidad atenaza a los inversores y muchos optaron por vender para hacer caja. También se produjo una reducción a la deuda pública (bajando los precios de los bonos y subiendo la rentabilidad).
De todas maneras, vamos a poner un poquito de cordura y de optimismo, que parece que se acaba el mundo y no se puede ser tan tremendos y extremistas, cómo nos gusta pasar del todo a la nada en un momento, ayer máximo optimismo por la Bolsa y hoy parece que tenemos un crack a la vista.
Miren, vamos a verlo en dos puntos básicamente:
– El hecho de que se hayan producido ventas y por tanto los mercados hayan recortado es normal. Ya les venía avisando desde hace tiempo que tras una tendencia alcista larga y duradera con todo de cara, basta cualquier pequeña cosa en el camino para que sirva como excusa de cara a vender y recoger parte de los beneficios. Así ha sucedido estos años y ahora no iba a ser menos, ¿no les parece?
– Aunque tengamos la retirada progresiva de los estímulos, ya les digo que la inflación no tiene precisamente fácil crecer. Les recuerdo un párrafo del artículo que escribí la pasada semana: “el peso de la energía tiene una incidencia relevante a la hora de calcular el IPC (más o menos un 20-22%), de manera que un petróleo barato por un buen tiempo implica que la inflación no subirá, por lo que el Banco Central Europeo tendrá difícil aplicar su hoja de ruta que no es otra que la normalización de su política monetaria y empezar a subir los tipos de interés. Así pues, me temo que el escenario se va a mantener así durante varios meses más, sobre todo si tenemos en cuenta el mantra de que no subirán los tipos mientras el crecimiento de los precios sea real y consistente en el tiempo”.
Por tanto, una subida de tipos de interés está aún lejana, como muy pronto en la segunda mitad del 2018. Interesante el apunte que recientemente hizo Bloomberg acerca de que el mercado de bonos descuenta que sería en la reunión de junio del 2018 cuando el BCE invierta las medidas monetarias y previamente asistamos a la reducción del programa de compra masiva de activos. La hoja de ruta podría ser que en octubre la entidad anuncie la reducción del programa QE de 60.000 millones de euros a 40.000 millones durante el primer semestre del próximo ejercicio, y ya en el segundo semestre acelerar la reducción.
El sector bancario es uno de los más favorecidos por las medidas monetarias del Banco Central Europeo. No en vano, por ejemplo, el Ibex 35 es el índice bursátil de toda Europa que más sube en estos primeros meses, concretamente un +11,68% y los dos valores que acumulan una mayor rentabilidad son precisamente entidades bancarias como Banco Sabadell +35,8% y CaixaBank +35,7%.
El índice sectorial bancario europeo mantiene la inercia alcista como pueden ver en el gráfico, encontrándose dentro de su canal ascendente desde el suelo de mercado que realizase en julio del 2016.
Resumiendo, que es normal asistir a un proceso correctivo, pero que poco o nada ha cambiado en el horizonte y Mario Draghi tendrá el suficiente tacto y cuidado para no dañar a los mercados financieros.