Paciencia y persistencia: estas parecen ser las cualidades que en estos momentos defiende una parte importante del ECB a la hora de abordar la normalización monetaria.
Y mientras llega el momento de iniciar la normalización, el debate ahora se centra en el tipo de comunicación que se avanzará para prepararla. Un debate que ya parece muy avanzado.
Por de pronto se defiende que las condiciones financieras deben seguir siendo favorables en el futuro.
No se trata tanto de normalizar buscando condiciones financieras más restrictivas como más bien de ir eliminando el exceso de liquidez o las medidas no tradicionales distorsionadoras. Como el tipo de interés negativo en el exceso de reservas de los bancos.
Un ejemplo de las condiciones financieras expansivas actuales son los tipos de interés aplicados por los bancos europeos en sus operaciones de activo y pasivo.
Precisamente ayer el BCE publicó los datos de mayo.
En definitiva:
• El tipo de interés medio de las operaciones de préstamo a las compañías baja en mayo en 5 p.b. hasta 1,76 %
• El tipo de interés medio de las operaciones de préstamo a familias se mantuvo sin cambios en 1,87 %
• El tipo de interés promedio en depósitos también sin cambios
Tipos de interés a empresas...
Tipos de interés a familias…
Ayer las Actas que conocimos de la última reunión de la Fed mostraron una clara división
entre los consejeros a la hora de acelerar o no la normalización monetaria.
En Estados Unidos se perfila una estrategia de normalización, más avanzados que en
otros países o zonas económicas.
La reacción del mercado fue calmada. Más pendiente de los próximos datos económicos
como el ISM y el empleo. Y es que los inversores consideran normal que en un escenario
de crecimiento cercano a potencial e inflación cerca de niveles de referencia, lo
verdaderamente importante es evitar potenciales riesgos a futuro eliminado el
excedente de liquidez. De hecho, la normalización monetaria se considera también
como un factor de confianza sobre la solidez del escenario.