La semana pasada, las noticias de datos macroeconómicos y sobre política monetaria no fueron buenas para el dólar. Para empezar, la presidenta de la Reserva Federal Janet Yellen, fue en su testimonio semestral para el Congreso de los Estados Unidos relativamente pesimista, lo que puso al dólar bajo presión el martes. Esta bajada se aceleró durante el viernes, después de que se publicaran unos débiles datos de inflación de junio en Estados Unidos, haciendo que los mercados empezarán a cuestionarse si durante este año se producirán más subidas de tipos.
Cabe destacar que la debilidad del dólar durante la semana pasada, no estuvo ligada a la fuerza del euro. El valor de la moneda apenas se incrementó, y tuvo un bajo rendimiento en casi todas las monedas, excepto en el dólar. Los inversores parecen estar ahora posicionados a favor del euro y en contra del dólar. Lo contrario con las divisas emergentes. La caída de las rentabilidades en EEUU obligó a los inversores a perseguir mejores remuneraciones allí y casi todas las divisas principales acabaron entre el 1% y el 3% por encima de dólar y el euro.
Dado este sorprendente movimiento de precios en el Euro, la reunión del Banco Central Europeo del jueves tiene mayor importancia. Es la última oportunidad para el Presidente Draghi de manejar las expectativas del mercado en cuanto a la política monetaria en la Eurozona antes del comienzo de las vacaciones de verano. En particular, los mercados prestarán especial atención a la reacción del Consejo ante la considerable apreciación del Euro y el resultante estrechamiento de las condiciones financieras en la Eurozona.
GBP
El informe del Mercado laboral de la semana pasada fue la primera buena noticia sin ambigüedad en la economía de Reino Unido desde hace algún tiempo. El empleo se incrementó hasta los 175.000 puestos de trabajo en los tres últimos meses, hasta junio. Y ello hizo que el desempleo descendiera hasta el 4,5%, mientras que los salarios tuvieron una modesta pero positiva sorpresa: aumentaron un 2%. La libra esterlina celebró estas buenas.
noticias, superando a las demás divisas del G10 no vinculadas a materias primas y rompiendo de una manera convincente por encima del 1.30 contra el dólar.
El martes tendremos la información sobre la inflación del mes de junio. Los mercados están esperando obtener los mismos datos que el mes pasado, lo cual implicaría que la inflación está alcanzando su límite y sería probable que viera un retroceso. Una sorpresa al alza haría que el mercado se viera bastante sorprendido y desencadenaría una importante subida de la libra, particularmente contra el euro.
EUR
El único dato importante de la semana pasada en la Eurozona, la producción industrial, proporcionó la última confirmación del sólido repunte de su actividad económica. Los mercados, sin embargo, no le prestaron mucha atención, ya que permanecieron centrados en la planificación del cese gradual del estímulo monetario. La reunión del próximo jueves por la tarde del Banco Central Europeo, como siempre, proporcionará una mirada crítica al plan del consejo. El euro se ha apreciado de manera significativa durante este año en términos ponderados por comercio, y este movimiento se ha acelerado desde el discurso de Draghi de junio en Portugal. De intentar controlar las expectativas de mercado, podríamos ver una significante caída del euro teniendo en cuenta cómo los especuladores se han posicionado a favor de una apreciación del mismo.
USD
Janet Yellen se mostró bastante cauta en su testimonio semestral ante el Congreso de los Estados Unidos. Sus declaraciones sugieren que el aumento de la inflación hasta el objetivo de la Reserva Federal es una prioridad, y ve este resultado aún más incierto que hace unos meses. Este mensaje fue reforzado por los datos lanzados el viernes acerca de la inflación de junio. El dato principal fue similar al esperado por el mercado. El dato más significativo, el cual excluye los alimentos y los componentes energéticos, aumentó solo un 0,1% en el mes, en contra de la opinión general que esperaba un crecimiento del 0,2%. Parte de esto parece estar impulsado por el factor circunstancial de la significativa caída en los precios de los hoteles, tarifas aéreas y telefonía. Aun así, nuestra apuesta por otra subida de tipos en el 2017 depende de que la inflación subyacente permanezca en un 1,5% o superior en base anual. Todavía esperamos que estos factores eviten que la inflación subyacente reanude su camino de crecimiento del 0,2% mensual, de acuerdo con una inflación que se dirija por encima del 2,0%