El dólar sufrió otra semana muy difícil. El mercado de divisas decidió pasar por alto el mensaje pesimista del jueves del Banco Central Europeo, y centrarse en la saga sin fin del escándalo Trump-Rusia y la aparente inhabilidad del partido Republicano para forzar su agenda política. El billete verde terminó la semana por debajo de todas las monedas del G10 excepto la libra. La libra tuvo sus propios problemas políticos debido a que las negociaciones del Brexit parecen estar paradas y más instituciones financieras anuncian planes de trasladar sus operaciones fuera de Londres.
El próximo miércoles es la reunión de julio de la Reserva Federal. No se espera ningún cambio en la política monetaria, pero quizás sea la última oportunidad para que un banco central pueda guiar a los mercados antes de las vacaciones de agosto. Esta reunión toma una importancia añadida debido a que la brecha entre la previsión de tipos de interés de los mercados y los comunicados de la Fed con respecto a subidas adicionales en 2017, es ahora bastante amplia.
EUR
En la última reunión del jueves del Banco Central Europeo, el Presidente, Mario Draghi, mantuvo su prudente discurso, subrayando la necesidad del Banco Central de mantener a la vez la “persistencia” y la “paciencia” con su programa de estímulos a larga escala. Draghi reiteró que los riesgos para el crecimiento en la Eurozona permanecen “ampliamente equilibrados”, aunque la inflación subyacente estaba por mostrar signos convincentes de una tendencia al alza y que un “sustancial grado de acomodación” era todavía necesario. El Consejo de Gobierno fue también unánime en su decisión de mantener sin cambios esta dirección.
Todas estas fueron declaraciones bastante cautelosas, ponderadas de alguna manera por la noción de que el Banco Central Europeo no está todavía preocupado por la fuerza del euro. Sin embargo, cualquier impacto negativo en la moneda fue contrarrestado por las nuevas revelaciones de las investigaciones a través del Atlántico de Trump-Rusia, y la debilidad del euro contra del dólar fue breve.
La próxima semana, tendremos los índices de la actividad de negocio de julio de la Eurozona. Estos son los indicadores importantes más precisos de la economía europea. El consenso y nuestras expectativas esperan que se mantengan en estos niveles altos, acorde con un crecimiento del 2,0% o superior. Sin embargo, es probable que estas publicaciones sean eclipsadas por la reunión del miércoles del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed.
GBP
Los datos de inflación de junio en Reino Unido mantuvieron a la libra bajo presión el martes. La magnitud del descenso con respecto a las expectativas del mercado, de un 0,3% en el dato principal y un 0,2% en el subyacente, fue bastante inusual y reforzó la opinión de que en este sentido las consecuencias de la debilidad monetaria están en su peor momento. Esto podría derivar en un retraso en el ciclo de subidas de tipos del Banco de Inglaterra. Las noticias de que las negociaciones del Brexit continuaban a un ritmo muy lento y las declaraciones bancarias sobre el movimiento de operaciones fuera de Reino Unido, contribuyeron a incrementar esta debilidad y la libra acabó la semana en la peor posición con respecto a las monedas más importantes.
USD
Los datos mixtos de segundo nivel en Estados Unidos fueron completamente ensombrecidos por el desarrollo de la crisis política sobre las presuntas vinculaciones de Rusia y la administración de Trump, y el colapso del esfuerzo republicano para revocar la política sanitaria de Obama. El dólar cayó drásticamente ya que cualquier posibilidad de recortes fiscales o gasto en infraestructuras este año parecen estar valoradas de forma nula por el mercado.
Ahora nos acercamos a la reunión de la Reserva Federal del miércoles con un posicionamiento de los inversores bastante diverso, mínimos anuales del dólar, y el punto de vista general bastante pesimista a corto plazo en cuanto a las expectativas económicas y de subidas de tipos adicionales en Estados Unidos. Se espera mucha volatilidad el miércoles por la tarde.